Alta tensión bajo el palio de Felanitx. | J. Lladó

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El portavoz del Govern, Rafel Bosch, fue ayer uno de los primeros en mostrar, en nombre del ejecutivo autonómico «el rechazo contundente» por los actos ocurridos el pasado domingo tras la salida del Ofici en Felanitx. Una situación que Bosch calificó de «vandalismo» puesto que en algún momento «casi se puso en peligro la seguridad de algunas de las personas» por producirles «lesiones».


En el mismo sentido se manifestó el secretario general del Partido Popular en Balears, Miquel Ramis, quien condenó y lamentó «los actos violentos de una minoría». También añadió que en «una democracia moderna y madura no se pueden tolerar este tipo de actos contra nadie. Cualquier tipo de violencia es condenable». Por su parte el alcalde de Felanitx, Gabriel Tauler (PP), manifestó que hoy mismo se debe celebrar una reunión entre los responsables municipales y los agentes de la Policía Local, para esclarecer los hechos y tomar algún tipo de decisión de cara al próximo año. Un punto que según Tauler, «hoy por hoy, no descartamos nada, todas las opciones están abiertas» en referencia a que este sea el último año que la comitiva siga la fiesta de la peña El Coso y pase por debajo del palio.

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Cinco minutos


Tauler manifestó que «es una verdadera lástima que por cinco minutos, y con personajes que no se pueden comportar, se estropeen diez días de fiesta», al tiempo que manifestó que «una minoría no debe mandar sobre la mayoría».


Con respecto a la utilización de los aerosoles urticantes por parte de la Policía Local, el primer edil felanitxer manifestó que «los gases solo se utilizaron por parte de la policía cuando había una regidora en el suelo a la que se le estiraba el bolso, un policía también en el suelo y a otro se le estaba intentando quitar la pistola. Fue en esta situación que los policías decidieron utilizar los gases».