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Hay malestar en el Port de Sóller por el supuesto mal estado de la arena de una playa que fue «regenerada» por Costas la pasada primavera mediante sedimentos, que Ports de Balears había dragado de la rada portuaria. Fue el alcalde, Carlos Simarro, el primero que denunció el mal estado de esta zona, una declaración que no estaba avalada por ninguna analítica pero sí por muchas quejas de usuarios que habían encontrado hierros y cristales.

La noticia causó malestar entre los hoteleros del Port y para evitar polémicas y especulaciones la misma asociación decidió encargar una analítica completa a un laboratorio especializado. Los resultados de estas pruebas todavía no se han hecho públicos pero sí puestos en conocimiento del Ajuntament que ayer tenía que comunicar estos resultados.

Pero el concejal de Medio Ambiente, Juan Ruiz, descartó ayer dar esta información. Según Ruiz, «parece que esta analítica desmentiría el mal estado de la arena, pero en el Ajuntament nos gustaría disponer de unas analíticas propias para estar más tranquilos, por lo que ya me he puesto en contacto con la UIB por si ellos la podían realizar».

Ruiz recuerda que «digan lo que digan las analíticas de la asociación hotelera las quejas de los usuarios de la playa parecen fundamentadas». Para el concejal, «si hay objetos enterrados en la arena se puede filtrar», pero el problema principal, recuerda el concejal, «es que los usuarios han denunciado que la arena mancha la piel de rojo lo que no es normal y podría se debido a alguna sustancia que hubiera quedado en el sedimento». El titular de Medio Ambiente se mostró prudente y aseguró que «lo primero es garantizar que los usuarios no se vean perjudicados». Fuentes cercanas a la asociación hotelera afirman que los resultados de las pruebas, realizadas por un laboratorio de Tarragona, confirman su aptitud.