El barco, que instala la tubería del nuevo emisario, permanece en las aguas de Cala Rajada.

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Tras más de un año de trabajo en las aguas de Cala Rajada, las obras de colocación del emisario submarino que debe servir para mejorar la calidad de las aguas de la playa de Son Moll y sus alrededores están llegando a su recta final. Ahora, después de realizar las obras en tierra, finalizan mar adentro y es que el barco todavía permanece en medio de las aguas de Cala Rajada.

El año pasado durante los meses de verano tuvo que cerrarse en varias ocasiones la playa de Son Moll por la rotura de la canalización, un suceso que provocó graves molestias a los usuarios, con el consecuente vertido de aguas depuradas cerca de la arena de la playa.

Trabajos

Por este motivo, una vez finalizada la temporada turística se inició la colocación de una nueva tubería en la playa para después continuar los trabajos en el mar.

La nueva canalización se ha alargado en 500 metros dirección al mar para dar más seguridad a los bañistas.