El gobierno del Consell saliente y el entrante, presidido por María Salom, celebraron ayer, junto a los alcaldes de Tramuntana, la declaración de la Unesco. | Joan Torres

TW
16

Los representantes de los propietarios de fincas de la Serra de Tramuntana recelan de la declaración de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas, Fernando Fortuny, hizo ayer partícipe a este diario de su «preocupación» ante los efectos que puede tener el dictamen de la Unesco sobre sus propiedades.

Noticias relacionadas

Fortuny recordó que el 95 por ciento de la Serra es propiedad privada y lamentó el hecho de no haber tenido información por parte del Consell de Mallorca de cuales serán las consecuencias de la declaración de la Unesco. «A los hoteleros les irá bien, pero para nosotros supondrá más obligaciones y más restricciones», añadió Fortuny, quien advirtió que «éste puede ser el fin de la Serra así como la hemos conocido».

La representante de la Defensa de la Serra de Tramuntana, Margalida Llobera, reconoció que «todo lo que sea un sello de calidad está bien», aunque advirtió del «riesgo de masificación» que puede comportar la declaración de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.