Por octavo años ocnsecutivo, Binissalem mostró al público su tradición artesana. | Miquel Serra

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Por octavo año consecutivo, Binissalem mostró al público su tradición artesana y reivindicó la importancia de la Pedra de Binissalem, uno de los bienes más preciados del pueblo junto al vino. Y es que durante todo el fin de semana el pueblo se volcó en la celebración de la VIII Fira de la Pedra i l'Artesania, donde los artesanos enseñaron a los visitantes los diferentes productos que pueden elaborarse con la piedra autóctona.


La Plaça de l'Església fue el rincón más visitado por la amplia muestra de productos que se exponían y por la presencia de un gran horno de piedra que este año la organización (Ajuntament y empresarios del pueblo) han construido. Aprovechando la ocasión, el sábado y el domingo se cocinaron en el horno tres lechonas y diferentes cocas que el público pudo degustar.


Asimismo, durante todo el fin de semana se ha llevado a cabo en el Parc de sa Rectoria la IV Mostra de Cuina a Binissalem, donde los principales restaurantes del pueblo han ofrecido sus mejores platos. Una comida multitudinaria a base de fideus amb conill puso el punto y final a la celebración.