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Escorca vivirá tras veinte años sus primeras elecciones sin que participe en ellas como candidato popular Antoni Gómez, quien ha sido alcalde del municipio desde 1991. El municipio de la Serra de Tramuntana es considerado un feudo popular prácticamente infranqueable y tanto PSOE como Convergència per les Illes ven difícil arrebatarles la Alcaldía.


Sustituye a Gómez como candidato Antoni Solivellas, regidor en el Ajuntament de Escorca durante doce años. Solivellas recibe el apoyo de José Ramón Bauzà y Maria Salom, quienes destacan de él «su entrega y constancia».

Convergència ha vuelto a confiar en Antoni Maria de Lluc Vallespir como cabeza de lista, cargo que ya ocupó en las elecciones de 2003 bajo las siglas de UM, y se presenta con el claro objetivo de aumentar la representación nacionalista en el Consistorio.


El PSOE presenta como candidato a Ernesto María Couto, quien se presenta por primera vez a las elecciones con la convicción de poder entrar a formar parte del Ajuntament. Con la marcha de Gómez se pondrá fin a una legislatura marcada por la desclasificación de Es Guix, donde estaba proyectada la construcción de 300 viviendas. La desclasificación se pudo llevar a cabo gracias a los votos de UM y PSOE, precisamente los mismos partidos que ahora se disputan la Alcaldía con el PP.