Fueron muchos los valientes que no temieron a la lluvia y decidieron subir a la torre de Sant Elm. | M.N./E.B./G.V./MICHELS

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El mal tiempo dio ayer un respiro y permitió que los pueblos se volcaran en sus tradicionales Pancaritats, que continuarán hoy y mañana hasta cerrarse el domingo con la tradicional celebración del Domingo del Àngel.

Ayer fue el turno de municipios como Pollença, Selva, Mancor de la Vall, Andratx y Muro, entre otros. Los vecinos de Campanet se desplazaron además a la finca del Gabellí Petit, para seleccionar un pino que cumpliendo con la tradición hoy escalarán los Quintos durante la celebración de su romería en la ermita de Sant Miquel.

Baile, música, carreras de joies y arroz son la nota común de una celebración, la del Lunes de Pascua, que comparten miles de personas en la Part Forana.

Los mancorins se desplazaron a pie desde Mancor de la Vall hasta el Santuari de Santa Llúcia donde, tras el oficio, disfrutaron de una comida multitudinaria cuya recaudación se destina este año a la restauración de las campanas de la iglesia.

En Pollença, los vecinos suben al pie al Puig de Maria cada Lunes de Pascua, cumpliendo con una tradición que viven profundamente. No en vano hay un dicho popular que asegura que no es pollencí quien no ha visitado alguna vez el Puig de Maria.

En Campanet, a las cuatro de la tarde los vecinos acudieron a la finca pública de Gabellí Petit, la misma en la que brotan las Fonts Ufanes, para cortar un pino que protagonizará hoy el Pancaritat de Sant Miquel. Este año no tuvieron que caminar mucho y es que el ejemplar fue talado a la entrada del bosque.

En Felanitx, más de mil vecinos subieron a pie hasta el Santuari de Sant Salvador, recuperando la tradición de la segunda fiesta de Pascua. Cerca de 80 colectivos se implicaron en la tercera edición de la caminata solidaria, cuyos beneficios irán destinados a la asociación Dacesma, que trata enfermos de daños cerebrales.

En Muro, el mal tiempo sí deslució la fiesta en la ermita de Sant Vicenç y muchos vecinos prefirieron comer sus paellas en casas. Sólo la asociación de la segunda edad y algunos vecinos más no temieron a la lluvia. La misma situación se vivió en Crist Rei de Selva donde, después del oficio, muchos vecinos optaron por volver al pueblo.

En Andratx, a pesar del frío, se celebró el Pancaritat en la Torre de Sant Elm. Hasta allí se desplazaron numerosos vecinos, aunque la misa se celebró dentro de la torre.