En todo caso, se trata de obras necesarias que «arrastraban dos o tres años de retraso. Estaban planificadas desde el año 2009 y, por suerte, ya se van haciendo. Es peor dejar que se degrade porque luego la reparación es más cara», indica Majol.
En total, el gasto corriente de sa Dragonera será de 58.000 euros y el coste de estas pequeñas obras será de 25.000 euros. Unas partidas económicas que no permitirán ejecutar grandes proyectos como la restauración del faro de Na Pòpia. Ya se da por hecho que de este proyecto «nos podemos olvidar hasta que pase el periodo de crisis». El faro que fuera el más alto de España, construido en 1852, se encuentra en estado de ruina e incluso existe el peligro de derrumbe.
Entre las obras menores que se realizarán este año está, por ejemplo, la reposición de claraboyas de la sala de exposiciones, la reparación del antiguo horno de las oficinas del centro de visitantes o el arreglo de pequeños desperfectos de las oficinas de este centro. De éstas la más relevante es, según Martí Mayol, la impermeabilización de los aljibes para intentar que no se malgaste el agua. En sa Dragonera hay dos aljibes grandes para dar servicio a las casas del parque natural que deben mantenerse en buenas condiciones, en opinión del responsable del parque.
La obra que sí se realizará, aunque ésta correrá a cargo del Departament de Carreteres del Consell de Mallorca, será el arreglo de la carretera de Llebeig. La carretera se encuentra cortada a los vehículos del parque y visitantes porque el invierno pasado se hundió unos 10 metros por el deslizamiento de tierras a causa de las intensas lluvias. El inicio de las obras es inminente porque la obra está adjudicada, según han informado de Carreteres.
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