Josefina Vivancos, responsable del refugio de animales. | Cati Alzamora

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El refugio de animales de Pollença pasa por un mal momento. El Ajuntament ha decidido no renovar el convenio que mantiene con la entidad desde hace cuatro años y en virtud del cual el refugio recoge y custodia los animales perdidos o abandonados del municipio a cambio de un canon anual.

El Ajuntament adeuda al refugio más de 60 mil euros por este concepto y ahora, sirviéndose de un informe jurídico, ha decidido no renovar el convenio vigente y convocar en su lugar un concurso negociado con publicidad para contratar de aquí en adelante el servicio de custodia (procedimiento al que podrán presentar sus ofertas todas las empresas que lo deseen), mientras que la recogida de animales se contratará por separado de manera directa sin concurso público, al tratarse de un contrato menor.

La polémica está servida y es que el concesionario que se haga cargo de la custodia no tendrá la obligación de mantener vivos a los animales pasados 21 días.

Aunque el regidor de Medio Ambiente, Juan José Mir manifiesta su deseo de que «el refugio siga encargándose de la custodia» y dice que su objetivo «no es el sacrificio de animales», los responsables del refugio han emitido un duro comunicado en el que aseguran que «el refugio existirá pese a las presiones y amenazas recibidas por parte del área de Medio Ambiente, haremos lo que podamos según nuestras posibilidades», señalan.

«Hace 28 años que nos dedicamos a ayudar a los animales, a reubicarlos nuevamente con familias, ellos piensan que los tenemos demasiado tiempo, supongo que ya sabeis lo que significa 'estar demasiado tiempo' para ellos. Desde el área de Medi Ambient se han propuesto no dar una oportunidad a los animales de forma digna, y nosotros no vamos a colaborar en este propósito», dicen desde el refugio.