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Un total de 23.657 ciudadanos de Mallorca se dieron de baja en 2009 en sus respectivos municipios para marcharse a vivir a otras localidades de las Islas, según se desprende de los datos extraídos del Instituto Balear de Estadística (Ibestat). Los datos ponen de manifiesto que los municipios con más bajas de ciudadanos en relación a su población fueron Estellencs, Lloret, Escorca, Banyalbufar, Puigpunyent o Costitx, municipios de la Serra de Tramuntana y es Pla primordialmente.

El estudio sobre la migración interna de la población deja conclusiones interesantes. De esta forma a municipios como Palma, Pollença, Capdepera, Muro, Santanyí, Felanitx, ses Salines, Sant Llorenç, Santa Margalida se les va más población de la que reciben de las mismas Islas, según los datos de 2009. El geógrafo Pere Salvà, catedrático de la UIB, indica que esta situación parece normal ante la crisis. 'Muchos trabajadores se van de la costa buscando otras alternativas. Puede ser movilidad interna buscando sitios más baratos'. Los ciudadanos de estos municipios ante la situación de crisis deciden buscar otras oportunidades fuera de los municipios de la costa, algo impensable hace unos años, en que por contra llegaba más gente que la que se marchaba.

Muchos ciudadanos también han decidido optar por salir de Palma para vivir en algún pueblo. En concreto, en 2009, Palma tuvo 8.427 bajas mientras que las altas fueron 7.153, siempre dentro de la Isla. Eso no quita que Palma no deje de recibir población de la Península o del extranjero, y también de las Islas, aunque en menor proporción. 'En Palma', explica Salvà, 'se detecta una disminución sobre todo extranjeros, que buscan residencias más baratas'.

El balance también es negativo en los pequeños municipios de la Serra de Tramuntana. La conclusión es la misma: se va más gente de la islas que las que les entra. Esto ocurre en Banyalbufar, Deià, Escorca, Estellencs o Fornalutx. En realidad son pueblos cuyas comunicaciones no son buenas con Ciutat y el resto de la Isla, pero también y más relevante es cómo en municipios de la Serra la vivienda resulta muy cara incluso para sus propios habitantes. Muchos jóvenes se ven obligados a trasladarse a otros municipios por la dificultad para acceder a una vivienda. «Esta tónica puede ser por decrecimiento. No son zonas tan dinámicas económicamente y por eso seguramente se va más gente», asegura Pere Salvà.