Imagen de la fachada del instituto de Porreres.

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El conflicto lingüístico del instituto de Enseñanza Secundaria de Porreres, que sacó a la luz ayer Ultima Hora, sería sólo la punta del iceberg de toda una serie de problemas y actitudes que hace meses que vienen comentándose en pueblos de alumnos de Montuïri, Vilafranca y Porreres, y que está llevando a cabo el actual equipo directivo del centro escolar.

La apertura de expedientes a los alumnos, las dificultades constantes para poder hacer actividades extraescolares, las estrictas medidas disciplinarias hacía temas personales de los jóvenes, como pueda ser la manera de vestir u otros temas, hacen que entre el claustro de profesores y los padres haya un constante 'runrún'.

La Conselleria d'Educació señaló ayer que «hemos abierto un informe para analizar lo que está pasando en este centro, pero hasta que acabe no podemos tomar medidas».

La regidora de Educació del Ajuntament de Porreres, Llucia Salleras, seña que «no sabíamos que fuera tan generalizado el uso del castellano, pero antes de hacer declaraciones prefiero hablar con la inspectora y tener toda la información necesaria para opinar sobre este tema».

Asimismo, fuentes del profesorado del centro que prefieren permanecer en el anonimato, explicaron que «no sólo estamos hablando de problemas lingüísticos, sino que ya son muchas cosas más que afectan al funcionamiento del centro, y la Conselleria d'Educació tiene conocimiento y no hace nada para remediarlo».

Por otra parte, aunque el centro no se adhirió al manifiesto del Pau Casesnoves, el departamento de catalán colgó el texto para darlo a conocer.

Este diario también intentó ponerse en contacto con el presidente de la AMIPA sin obtener resultado.