La ampliación de la calzada hasta los once metros ha provocado un gran desnivel de la vía con las fincas. | Maria Nadal

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Las obras de reforma de la carretera de Inca a Caimari, que ejecuta el Consell de Mallorca y que están en su recta final, ha levantado las críticas de los vecinos de la zona. Algunos afectados denuncian que el «gran desnivel» provocado por las obras dificulta el acceso a sus propiedades y lo atribuyen a un «exceso de asfalto». Por esta razón, los vecinos se muestran disconformes con el resultado de las obras.

Además, los afectados añaden que debido a las tareas de colocación de la capa de asfalto que actualmente llevan a cabo los operarios, «se han provocado desniveles en la carretera de medio metro que han hecho desaparecer gran parte de los muros o paredes de piedra que separan la carretera de las fincas». En este sentido, un usuario de la vía destacó que «el muro de piedra que se construyó para separar el paseo para peatones desde Selva hasta Caimari, que transcurre paralelo a la carretera, ha quedado reducido a la mitad».

Intervenciones

Debido a los diferentes desniveles con los que se encuentran vecinos de la carretera, «algunos afectados tendrán que hacer accesos nuevos a sus fincas con pendientes muy pronunciadas», según denuncia un vecino, quien se pregunta: «¿Esto son carreteras sostenibles? Estamos hablando del portal de la Serra de Tramuntana».

Previsiblemente, las obras de mejora de la vía finalizarán durante el próximo mes de abril y responden a una petición histórica del Ajuntament de Selva para dar más seguridad al tráfico de esta carretera.

Para ejecutar las obras de reforma, un total de 56 propietarios de fincas colindantes se vieron afectados por el proceso de expropiación debido a que el proyecto supone la ampliación de la calzada hasta los once metros. Ya antes de iniciar las actuaciones, hubo voces críticas del proyecto que denunciaban que «se consume demasiado territorio». Además, cabe recordar que durante el mes de mayo del año pasado, el tramo de Selva a Caimari amaneció repleto de lápidas funerarias en una muestra de rechazo completo al proyecto.