Ni el bar ni el servicio de limpieza de automóviles llegaron a funcionar, pero el aparcamiento sí. | Antoni Pol

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El Ajuntament d'Inca estudia ahora, diez años después de que se iniciara la concesión, la posibilidad de resolver el contrato que firmó con la empresa Proneco y recuperar así -pagando- la concesión de los servicios de aparcamiento de vehículos, bar y limpieza de automóviles de la plaza Mallorca.

La otra opción que el Consistorio contempla es exigir a la concesionaria que cumpla con las obligaciones estipuladas en el contrato, una parte de las cuales no se han cumplido nunca. El bar y el servicio de limpieza de automóviles, por ejemplo, jamás han funcionado. «Sobre la plaza Mallorca el Ajuntament ha mirado siempre para el otro lado, ha hecho la vista gorda», declara Àngel Garcia, regidor de los Independents.

Recuperar la concesión permitiría, según el Ajuntament, aclarar y resolver la situación irregular en qué esta se encuentra. La historia comenzó en 2001, cuando el Consistorio adjudicó a Proneco las obras de reforma de la plaza Mallorca y la concesión, por un periodo de 50 años, del aparcamiento, el bar y el servicio de limpieza de automóviles.

10 años después

El contrato en cuestión establecía que la concesión no se podría traspasar hasta que hubieran transcurrido al menos 10 años desde su inicio. Es decir, no se podía traspasar hasta enero de este año. Sin embargo, en mayo de 2004 (incluso antes de que el Ajuntament emitiera las certificaciones de las obras de reforma), Proneco traspasó -vulnerando de forma flagrante el contrato firmado con la Sala- la concesión a la empresa Aparcamientos Plaza Mallorca, SA.

A pesar de las reiteradas denuncias formuladas por Àngel Garcia al respeto, el Ajuntament d'Inca asegura que no tuvo constancia oficial de la operación fraudulenta hasta junio del año pasado. «Llevo 5 o 6 años denunciando la situación de la plaza Mallorca y el equipo de gobierno no ha hecho nada, siempre ha mirado para el otro lado. El PP debe explicar por qué no se actuó antes», manifiesta Garcia.

La remodelación de la plaza Mallorca se financió con aportaciones del erario público y con capital privado.