Miles de personas se desplazaron al municipio para vivir una de las fiestas mas sentidas de la Isla, la 'revetla' de Sant Antoni. | J. Lladó

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Pese a que la fiesta está dedicada a Sant Antoni, los dimonis volvieron a erigirse ayer como los protagonistas de la revetla poblera. No en vano, sa Pobla tiene hasta tres colles de diablos: los de la Obreria y del Ajuntament, los de Albopàs y los paralímpicos del Grif.

La fiesta comenzó sobre las dos y media de la tarde, cuando los dimonis de la Obreria y Sant Antoni salieron de la rectoría para desplazarse hasta la plaça Major, donde el alcalde les autorizó a cometer dimoniades. De hecho, ésta era una de las novedades de este año: un nuevo acto protocolario por el que el primer edil concede a los demonios «el dominio festivo de la revetla».

A partir de aquí, se comenzaron a suceder los juegos y las corregudes entre los dimonis y los más pequeños. Por cierto, que el Dimoni Negre -más conocido por 'Conguito' entre los poblers- estrenó caparrot y traje, además de recuperar las dos alas negras que llevaba antiguamente. Igualmente destacable fue el elevado número de personas que, posiblemente debido a que la fiesta cayó en domingo, se congregaron en la plaza a esperar los diablos. El cercavila por calles y plazas de los dimonis de la Obreria continuó hasta pasadas las siete de la tarde y regresaron a la plaza Major para juntarse con las demás colles, los caparrots, los caparrots minyons y acompañar a las distintas autoridades hasta la iglesia parroquial, donde a las ocho comenzó la misa de Completes.

La comitiva de autoridades estuvo presidida por el alcalde de sa Pobla, Joan Comas, y la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol. Además de los mencionados, también estuvieron presentes los demás concejales del Ajuntament de sa Pobla; el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs; la consellera de Comerç i Indústria, Francesca Vives; el presidente del Institut Mallorquí d'Afers Socials, Jaume Garau; el senador Xavier Ramis; el vicepresidente primero del Parlament, Pere Rotger; el portavoz del Bloc, Biel Barceló; el político pobler Jaume Font, o el alcalde de Marratxí, José Ramón Bauzá, entre otras autoridades.

Completes

La misa de Completes -el acto más solemne de los que se celebran en sa Pobla por Sant Antoni- comenzó puntual, a las ocho. Este año predicó el presbítero Francesc Novella, superior del convento de Sant Felip Neri de Porreres. Al acabar la celebración llegó el momento del clamater, que en esta ocasión era Llorenç Serra Ferrer, vicepresidente del Real Mallorca, que pronunció el grito de «Visca Sant Antoni!».

A las nueve, la Plaça Major, convertida en hervidero de gente, estaba ya lista para presenciar los bailes de los dimonis y de los caparrots. También actuaron los caparrots minyons, acompañados de la banda municipal de música. El baile de los caparrots, al ritmo de 'Jo i un pastor', es uno de los momentos más emotivos de la velada.

El siguiente espectáculo fue el piromusical, que en esta ocasión tuvo un carácter marcadamente santantonier, con una desatada presencia de los sonadors y con mucha ximbomba. Al finalizar cantadors y ximbombers tomaron el relevo, mientras que la colla de demonios de Albopàs se dirigió hasta la plaza del Mercat para ofrecer su espectáculo.

La Nit Bruixa se prolongó en los foguerons, ya fueran en la calle o en las casas particulares -los locales invitan a gentes de otra parte de la Isla esta noche- de los poblers. ¿La cena? Carne de cerdo y embutidos asados en las brasas de los foguerons o bien espinagades y platos tradicionales poblers. Todo acompañado de vino e irreverentes gloses.

La fiesta no debía de acabar hasta bien entrada la madrugada. Otra de las novedades de este año fue el pasacalles organizado por los bares y restaurantes locales y que estaba previsto que se celebrara a las cinco de la madrugada.