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El Juventud Sallista podría perder la subvención de 200.000 euros que Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) había reservado para financiar la construcción de los nuevos vestuarios si el club no acredita antes que los terrenos donde está proyectado levantarlos son de su propiedad.

Las obras de desdoblamiento de la vía del tren entre Inca y s'Enllaç afectaron al Club Deportivo Sallista, cuyos antiguos vestuarios -que se encontraban dentro del espacio reservado para la línea férrea- tuvieron que demolerse. Entonces, SFM y la entidad deportiva llegaron a un acuerdo por el cual el primero se comprometía a sufragar unos nuevos vestuarios.

Alegación

Ahora, llegado el momento de abonar la subvención, SFM alega que «no puede» pagar si el Sallista no demuestra antes que los terrenos son de su propiedad.

Según el alcalde de Inca, el campo de fútbol del Sallista pertenece a una serie de propietarios que en su día compraron acciones. El que más acciones posee es, precisamente, el Ajuntament d'Inca (37 por ciento). Sin embargo, en el Registro de la Propiedad no consta que sea así, sino que figura que pertenece a una serie de particulares.

SFM mantiene que el problema es «estrictamente jurídico» e insiste en su voluntad de financiar las instalaciones. Para probar su voluntad recuerda que ya sufragó la redacción del proyecto de los vestuarios (18.000 euros) y que en la Caja de Expropiaciones hay una partida de 200.000 euros que solo pueden servir para pagar los vestuarios.
El presidente del Sallista, Antoni Cabrer, discrepa. «Lo de acreditar la propiedad es una excusa de mal pagador. Cuando demolieron los antiguos vestuarios no pidieron tantos papeles. Ahora que ha llegado el momento de pagar, nada de nada», dice. Cabrer recordó que el Consell financió unas obras en el mismo campo y que bastó con un documento expedido por el secretario del Ajuntament d'Inca donde se indicaba que el Consistorio era el principal accionista.