Los productos gastronómicos fueron los más visitados por el público. | Miquel Serra

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La ciudad de Alcúdia se convirtió ayer en el punto de encuentro de miles de personas, y no era para menos, ya que se celebró el día grande de la Fira d'Alcúdia, la feria que marca de manera simbólica el inicio del otoño y de la temporada de ferias que hasta bien entrado el invierno serán protagonistas en la isla.

Desde buena mañana las calles y espacios donde se ubicaban los stands y las exposiciones estaban llenos a rebosar. El sol que lució durante toda la jornada animó a la gente a visitar la feria y a partir de las doce del mediodía ya era complicado acceder al centro de la localidad.

La Fira d'Alcúdia es una de las más variadas de la isla y conjuga los elementos más tradicionales, como la exposición de animales o la muestra de artesanía, con las apuestas más innovadoras como la exhibición de trial y la exposición de motos antiguas o de animales exóticos. Precisamente la exhibición de trial a cargo de niños pequeños fue junto con la muestra gastronómica de productos de las isla los espacios que recibieron a más visitantes.


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Una de las novedades de este año ha sido la muestra de vinilos, donde se acercaron muchos nostálgicos. Particulares de Alcúdia dejaron sus colecciones personales para la exposición que recoge más de doscientos vinilos con música de los años 60, 70 y 80 y donde los visitantes pudieron escoger la música que querían oír. El Ajuntament d'Alcúdia fue el punto donde se encontraron las autoridades políticas antes de empezar el recorrido por la muestra. Fueron muchos los que quisieron acompañar al alcalde de la ciudad, Miquel Llompart (UM), en su primera feria en el cargo, como la presidenta del Consell, Francina Armengol, los consellers Jaume Carbonero, Francesca Vives, Joan Font e Isabel Oliver, el presidente de Unió Mallorquina, Josep Melià, y el presidente del Partido Popular en Mallorca, Joan Rotger, además de un nutrido grupo de autoridades políticas locales.