Numerosas autoridades políticas de la Isla apoyaron con su presencia la inauguración. | Miquel Serra

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Después de años de intensas reformas, el Castell d'Alaró ya dispone de una hospedería renovada. «Ha sido un proceso lento, difícil y con oposiciones pero la perseverancia y el saber que estás haciendo lo correcto ha sido indispensable para ver la hospedería acabada» reconoció ayer un emocionado Mateu Marcús, presidente de la Fundació Castell d'Alaró, durante la inauguración del albergue.

La reacción del pueblo no decepcionó y acudieron al acto más de cuatrocientas personas, al igual que el esfuerzo de la Associació de Voluntaris del Castell d'Alaró, quien decoraron y pusieron a punto el castell para la celebración.

Debido a la relevancia del acto y que la inauguración coincidió con la festividad de la Mare de Déu del Refugi, los cossiers, quien no subían al castell desde 1907, interpretaron el baile de la oferta, los dimonis de Alaró hicieron vibrar con sus espectáculo y los gegants Cabrit y Bassa, quiénes defendieron con su vida el castell, bailaron y presidieron toda la jornada. Diferentes autoridades políticas apoyaron con su presencia la inauguración entre ellos el senador nacionalista, Pere Sampol, el conseller insular de Presidència, Cosme Bonet y el secretario general del PSM, Biel Barceló.