Ayer, Día Internacional del Buitre Negro, muchas personas quisieron ver algún ejemplar. | Miquel Serra

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La recuperación de la población buitre negro en la Isla es una realidad. En Mallorca existen en la actualidad 123 ejemplares, un hito después que en la década de los ochenta sólo quedaran 20 ejemplares y una pareja reproductora.

En 2010 han nacido 9 polluelos, un dato calificado como «muy positivo» por Pere Tàpia, educador ambiental de la Fundació per la Conservació del Voltor Negre (VCF) y eso que las intensas lluvias de la primavera acabaron con tres nidos que anidaban en la Serra de Tramuntana y que hubieran aumentado todavía más el índice de natalidad.

Serra e interior

«Se pueden ver buitres volando por diferentes puntos de la Serra e incluso por el centro de la Isla. Eso antes era impensable y demuestra que la especie se está repoblando y adaptando de nuevo a Mallorca», indica al educador ambiental.

Uno de los principales impedimentos para la reproducción del buitre negro es el envenenamiento de los ejemplares. Pero, según Tàpia, «poco a poco va disminuyendo el riesgo ya que hay una concienciación mayor», de hecho, no se registra una muerte por veneno desde el 2008.

A la problemática del veneno se le tiene que sumar la dificultad de reproducción de esta especie que sólo ponen un huevo y lo tienen que incubar durante 55 días, tiempo en el que se puede ver dañado por la presencia de excursionistas o por la climatología adversa. Para concienciar a la población, desde VCF realizan diferentes cursos y talleres como el que tuvo lugar ayer en motivo del Día Internacional del Buitre Negro.