Partidos políticos y sindicatos han contestado la concesión del servicio de agua en Calvià. | M. À. Cañellas

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La empresa Aguas de Barcelona (Agbar) anunció ayer oficialmente que se ha hecho con la concesión por 50 años de la distribución de agua potable en la mayor parte de Calvià, a través de una de sus entidades subsidiarias, Sorea, y que sus estimaciones en ese periodo son de unos ingresos de 980 millones de euros.

Por su parte PSOE y UM, en la oposición municipal, y PSM-Entesa Nacionalista, sin representación por ahora en el Consistorio, insisten en que con esa privatización «el único que hace negocio es el alcalde, Carlos Delgado, que ingresa 20 millones para preparar el camino a un sucesor del PP, mientras pierden los ciudadanos, que disponían de un servicio público de calidad y rentable».

Hipoteca

El candidato a la alcaldía calvianer , Alfonso Rodríguez, manifestó ayer a Ultima Hora que «toda información al respecto sirve para reiterar que la concesión del agua es un malísimo negocio y una hipoteca para Calvià a medio y largo plazo, y que la empresa municipal daba un mejor y más barato servicio que las otras empresas que explotan pequeñas parcelas del municipio».

Por su parte el concejal de UM en el Ajuntament, Matías Cantarero, señaló que «por desgracia los ciudadanos sentiremos muy pronto que hemos perdido las ventajas y los beneficios monetarios de un servicio público».

El PSM-Entesa, en un comunicado de su candidato a la alcaldía, Rafel Sedano, afirma que de la concesión, «serán precisamente los vecinos los únicos que no obtendrán beneficio alguno».