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Los catorce ayuntamientos que integran la Mancomunitat del Pla de Mallorca eliminarán progresivamente los contenedores situados en el campo e instalarán cámaras de videovigilancia en cada uno de los Punts Verds de la comarca. Son medidas que «generan muchas reticencias, pero que servirán para acabar de una vez por todas con el déficit que el servicio de recogida de basuras provoca», explica la presidenta de la Mancomunitat, Joana Maria Pascual.

«El hecho es que se recogen más toneladas de basura no reciclable de las que podemos pagar, porque hasta ahora era muy fácil dejar residuos sin separar en los puntos verdes no vigilados y en los contenedores del campo», agrega Pascual.

Estudio pueblo a pueblo

Un estudio encargado por la Mancomunitat ha contabilizado las toneladas de basura no reciclable que se recogen en cada pueblo y la «conclusión ha sido que no podemos seguir con el modelo actual, los residuos son actualmente el problema más grande de la Mancomunitat y hay que encontrar una solución», informó la presidenta de la institución.

La solución, por lo tanto, pasa «por vigilar los contenedores y los puntos verdes, exigir un buen uso a la ciudadanía y detectar y multar a los que no los utilizan bien», asumió la presidenta de la institución. Pero para poder llegar a una solución factible todos los ayuntamientos deben actuar de manera coordinada. Por el momento, muy pocos han empezado la retirada de contenedores situados fuera de los núcleos urbanos del Pla, «una medida que no estábamos seguros de aplicar, porque sabemos que generará polémica pero una vez hemos sabido los resultados del estudio sobre la basura que genera la Manacomunitat, no podemos hacer otra cosa que llevarla a cabo», añade Joana Maria Pascual.

Por el momento, sólo algunos municipios como Sineu, Petra, Porreres, Maria o Sant Joan han instalado las cámaras pertinentes, aunque «la mayoría de consistorios están a la espera de los operarios de las empresas que tienen que proveer de videovigilancia a todos los Punts Verds del Pla». Aún así, los catorce municipios que forman la Mancomunitat del Pla y que gestionan conjuntamente la recogida de basuras están «expuestos a la voluntad de los ciudadanos, que deben separar bien los residuos que producen en sus casas y en sus negocios, y también a la del Consell de Mallorca, que puede aprobar subidas en la tasa de tratamiento de residuos y hacer que los tributos que cobramos a los ciudadanos no sea suficientes para cubrir los gastos de la recogida», sentencia Pasqual.

Ante esta situación, los representantes municipales de cada pueblo integrado en la Mancomunitat del Pla están a la espera de aprobar una modificación en las tasas para que «los vecinos de los pueblos que generan más residuos no reciclables -los más difíciles y caros de tratar-, paguen más que los ciudadanos que se encargan de reciclar y de separar bien», informa Pascual.