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Como cada año el albaricoque de galta vermella o roja inunda las fruterías de la Isla. Su peculiar aroma, frescura y su sabor dulce lo convierten en una de las frutas estrella del verano. La crisis económica ha afectado a la venta de mermelada de albaricoque, pero no a la venta del albaricoque de galta vermella fresco, que como cada año, esta teniendo una buena aceptación social.

Porreres es el municipio con la mayor producción de este albaricoque, cerca del ochenta por ciento del abastecimiento de Mallorca. Esto es debido a que las condiciones medioambientales son las mejores para el cultivo de este producto, tanto por la tierra como por la temperatura de la zona. Sus arboles además de producir albaricoques dan al pueblo una bonita y particular imagen paisajística.

La cooperativa agrícola de Porreres lleva cincuenta años trabajando con esta fruta. Aunque cuentan con máquinas para manipular este alimento prefieren hacerlo de forma manual para no estropearlo. La gerente de la cooperativa, Esperança Mora, confiesa que «los albaricoqueros no producen cada año los mismos kilos de albaricoques por lo que se trata de un árbol muy irregular, aunque en los tres últimos años estamos teniendo buenas cosechas».

Delicadez

Los albaricoqueros de mayor tamaño son muy delicados, necesitan que su fruto sea recogido por partes y empezando siempre por los albaricoques de más arriba. Estos árboles necesitan una dedicación especial con tierra fresca, intentando que haya hierba por alrededor y moviendo la tierra a menudo. Según Mora «esta variedad de albaricoque necesita que se le trate con mimos porque sino acaba perjudicándose».