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Cien hogares del núcleo costero de Cala Sant Vicenç, en Pollença, están sin agua desde hace varios días debido a una fuga que se detectó en la tubería metálica por la cual el agua es impulsada desde el fondo de los pozos hasta la superficie. Otros 200 abonados han padecido cortes intermitentes.
El delegado del Ajuntament en Cala Sant Vicenç, Antoni Cifre, explicó ayer que la avería podría solucionarse «mañana (por hoy) por la tarde». Cifre detalló que el problema se detectó la semana pasada, cuando dejó de salir agua por el grifo.
Catas
La empresa concesionaria del suministro, Aigües de Cala Carbó, hizo entonces varias catas con el objeto de detectar dónde se hallaba el punto exacto de la fuga. Se localizaron dos, pero no eran lo suficiente grandes para causar un corte tan significativo. Entonces los técnicos decidieron buscar en el pozo. Allí se comprobó que una de las cañerías de metal por las que el agua es impulsada desde el fondo hasta la superficie tenía una fuga importante. Cifre explicó que de los trescientos hogares conectados a la red «sólo 100 abonados han dejado de disponer del servicio». «El resto han sufrido cortes intermitentes, pero cada día han tenido agua durante cuatro o cinco horas», manifestó.
Ello se debe a que el servicio sólo se interrumpía cuando el nivel de agua era medio, pero no cuando los pozos estaban llenos. Está previsto que esta tarde el servicio se restablezca.
Por otra parte, Cifre manifestó que la red «ya es muy vieja», y que «está algo deteriorada». En este sentido, el delegado del Ajuntament a Cala Sant Vicenç se refirió a la presión de la red, bastante baja, y que «cuando se produce alguna fuga el agua no llega con suficiente fuerza a las zonas más elevadas del núcleo».