Deudas de los ayuntamientos de la Mancomunitat. | Redacción Local

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La situación económica de la Mancomunitat del Pla es alarmante. Así se desprende del estudio que ha realizado el gestor que ha contratado esta entidad. Según las cifras extraídas del mismo, a finales de este año 2010 las arcas de la Mancomunitat pueden registrar unos números negativos de 6,4 millones de euros, una situación que como bien reconoce la presidenta de la institución, Joana Maria Pascual, «es complicada y a la que no vemos demasiada solución, ya que si nos encontráramos en una época de bonanza económica, los ayuntamientos podrían aportar más, pero así como están no podemos pedir más». La presidenta reconoce que esta situación puede empeorar y es que la mayor parte del déficit procede de la recogida de basuras, un servicio deficitario que cada año genera una deuda dentro de la Mancomunitat de 1,1 millones de euros, que sumado al resto de servicios, suponen una deuda anual de 1,4 millones de euros.

Cantidades

Hay varios ayuntamientos que tienen elevadas deudas contraídas con la institución, y entre los que más deben está Montuïri (234.632 euros), Sant Joan (135.894 euros) o Petra (111.301 euros), hecho que supone una deuda total de estas instituciones municipales hacia la Mancomunitat de unos 724.559 euros.

La presidenta de la Mancomunitat asegura que «esta deuda se arrastra desde hace muchos años» y expone que buena culpa de este hecho está en la recogida de basuras. La puesta en marcha del sistema de recogida puerta a puerta en los catorce municipios de la Mancomunitat tenía que suponer un ahorro importante en los gastos de las basuras, pero no ha tenido los efectos previstos. Así lo manifiesta la responsable de la entidad supramunicipal: «Los ciudadanos no han respondido cómo esperábamos y el sistema no ha tenido la acogida esperada. El Consell y Tirme suben los precios, hecho que supone que acumular el déficit. Ahora estamos haciendo gestiones de todo tipo para mirar de aumentar el reciclaje y reducir el rechazo». Una de las medidas que Pascual señala como la más ideal es la que hace referencia a la retirada del contenedores de foravila y, sobre todo, hacer más incidencia en los grandes productores.

La recogida de residuos cambió de concesión a principios de este año un hecho que ya provocó un revuelo dentro de la Mancomunitat y que ha llegado hasta el día de hoy provocando una nueva polémica con las discrepancias por la retirada de los contenedores de fuera del núcleo urbano. Y mientras algunos alcaldes y municipios ven en esta medida la solución para disminuir la deuda, otros no ven que sea la adecuada.

En definitiva la Mancomunitat de Pla que agrupa a catorce municipios sin costa -Algaida, Ariany, Costitx, Lloret de Vistalegre, Llubí, Maria de la Salut, Montuïri, Petra, Porreres, Sant Joan, Santa Eugènia, Sencelles, Sineu i Vilafranca- está al borde de la quiebra, y lo peor es que como reconocen los mismos políticos la situación tiene difícil solución.