Cosme Orell, a la derecha, se podría convertir en alcalde en caso que el NIL no vote a UM. | Guillem Mas

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«Hay muchos números de que no votemos a Lladonet como alcalde». Así de contundente se expresaba ayer el líder de los independientes del NIL, Bartomeu Galmés, partido que tiene la llave del gobierno municipal de ses Salines tras la renuncia del alcalde Sebastià Burguera (PSOE) para ceder la vara a Bartomeu Lladonet, de UM, en vitud del pacto de gobierno.
Si finalmente, el próximo sábado, los independientes no votan la candidatura de Lladonet y éste no consigue la mayoría absoluta del pleno, el número dos de PSOE-Progressistes, Cosme Orell del PSM, se podría convertir en alcalde como representante de la lista más votada en las últimas elecciones.
Hay que recordar que PSOE-Progressistes y UM gobiernan en minoría desde finales de 2008, cuando el NIL abandonó el gobierno. Según el pacto suscrito, UM debía ostentar la Alcaldía el último año y medio. Así, Burguera presentó su renuncia el pasado sábado, pero acontecimientos de última hora dificultan el apoyo de los independientes a Lladonet, que se guardan el anuncio del sentido de su voto hasta última hora del sábado.
La renuncia
Ayer se celebró el pleno de renuncia del alcalde socialista Sebastià Burguera y el de la dimisión del histórico regidor del PSOE Antoni Perelló, que no asistió a la sesión plenaria.
Burguera, en su despedida «cumpliendo el pacto con UM», reconoció que «he podido equivocarme, pero nadie te enseña a ser alcalde y, sobre todo, cuando la crisis económica te impide desarrollar proyectos por los que querías luchar».
El ya ex alcalde recordó que sus políticas se han centrado en «un mejor centro de salud, un centro de día y una escoleta y un colegio en la Colònia de Sant Jordi». Burguera tuvo palabras de gratitud a los regidores «que me han ayudado» y, como no, «un agradecimiento muy sincero a Antoni Perelló». Y pidió disculpas «a todas las personas que he podido ofender».
Los partidos de la oposición -PP, NIL y SU- aceptaron la renuncia del alcalde, que mantendrá su acta de regidor, así como la dimisión de Perelló. Ni UM ni NIL ni SU dedicaron una palabra al ya ex regidor, salvo el PP. La 'popular' Maria Bonet agradeció «el detalle de Perelló de llamarnos para comunicarnos que dimitía, aunque hemos tenido muchas diferencias políticas debo reconocer que se ha portado muy bien».
Con todo, el actual Consistorio cuenta con un edil menos hasta que se cubra la vacante socialista dejada por Perelló.