Los manifestantes se dieron cita a las puertas de La Monumental de Muro. | Elena Ballestero

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A la misma hora, en el mismo lugar y los mismos protagonistas. Sólo cambió la fecha: siete días después del enfrentamiento entre antitaurinos y vecinos de Muro a favor de las corridas de toros, la Monumental volvió a ser el escenario de las dos manifestaciones cruzadas de ayer.

Unos 150 manifestantes antitaurinos se hicieron oír con lemas como «Muro sí, tortura no» o «La tortura no es cultura», colocados delante de la plaza de toros, enfrente de la Peña Taurina de Muro, con las indicaciones de los cuerpos de seguridad de la Policía Local y la Guardia Civil, quienes colocaron barreras de seguridad.

Ruido

La Peña, que no llegó ayer al centenar de miembros, también se manifestó a ritmo de pasodoble. Sin embargo, los cuerpos de seguridad prohibieron el ruido puesto que vecinos de las calles colindantes se quejaron.
De esta manera, durante unos minutos los dos bandos dejaron de lado el ruido hasta que se abrieron las puertas de la plaza y los primeros aficionados entraron.

Uno de los momentos de más tensión fue cuando algunos menores entraron a la plaza de toros. La Guardia Civil tomó los datos a los padres de los niños, mientras que los antitaurinos exigían con gritos de «Children, no» que no pasaran los pequeños al interior.