Manifestación en reivindicación de más arena para la playa de Cala Agulla | Assumpta Bassa

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«Escucha, Madrid, que somos más de mil; escucha, Madrid, que somos más de mil...» Fue un clamor bien fuerte. Más de un millar de voces se juntaron ayer para hacerse sentir en la capital y exigir, una vez más, la regeneración de Cala Agulla. La manifestación, organizada por la Asociación Hotelera de Cala Rajada, con el apoyo de todas las entidades cívicas del municipio, empresarios, comerciantes, restauradores, taxistas, bares nocturnos, vecinos, tercera edad, entre otras, fue todo un éxito de participación. Fue una movilización que transcurrió de manera pacífica por la Avinguda de Cala Agulla.
La concentración estaba prevista a las 15 horas justo enfrente del nuevo centro multiusos Cap Vermell. Poco a poco iba llenándose la plaza. Muchos llevaban su cubo, otras los repartían y otras improvisaban. Pitos, palas y megáfonos no podían faltar en este acto reivindicativo.
La manifestación estaba encabezada por una gran pancarta dónde se podía leer el lema, «Salvem Cala Agulla. Volem mes arena». Tras ésta, el presidente de la Asociación Hotelera, Joan Massanet y otros miembros, así como representantes de diferentes asociaciones y de los partidos políticos de UCAP-UM, PP, se Grupo y EU-EV. El alcalde, Josep Gallego también estuvo presente.
Cubos al aire , gritos como «Arena si, roques no...» acompañaron la reivindicación durante el poco más de un quilómetro que recorrieron hasta llegar a la playa de Cala Agulla. La manifestación iba creciendo por momentos. Los turistas que salían de los hoteles, observaban, aplaudían e incluso algunos se sumaban a hacer ruido. Muchas camisetas de la selección española se mezclaron entre los manifestantes.
El destino final de la manifestación era llevar a cabo un acto simbólico. Los manifestantes llenaron la playa y cada uno con su cubo se acercaba a la orilla, cogía arena y la depositaba en las zonas rocosas. Los más pequeños se lo pasaban muy bien. Los que tomaban el sol tranquilamente se vieron «invadidos» por esta ola de gente. Incluso algunos exclamaron: «Para que luego digan que Mallorca es la Isla de la Calma. Esto ya no es lo que era». Y que se lo digan a Cala Agulla... ¡A ver quién se moja ahora!