En una zona pública de Son servera ya se han plantado. El alcalde Antoni servera visitó los trabajos. | Assumpta Bassa

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En los últimos 30 años una densa vegetación ha ido creciendo junto a las antiguas vías del tren. Especies como encinas, algarrobos, ullastres (acebuches) o palmeras, poco a poco se han hecho mayores y se han erigido en los vigilantes de un camino que ya no llevaba a ninguna parte. Unos testigos que hubieran podido caer en el olvido.
La reapertura de la línea ferroviaria Manacor-Artà, de unos 30 kilómetros aproximadamente, ya está en marcha y de momento se está llevando a cabo la limpieza de estas vías. Se va eliminado toda la maleza y preparando para el retorno del tren. Este proyecto podría suponer una condena a muerte para estos árboles. Pero lejos de que éstos acaben sus días, desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) se ha apostado por salvar esta vegetación, en la medida de lo posible, y trasplantarla a espacios o zonas públicas, como jardines, calles, parques de la comarca del Llevant. Son las raíces del futuro que comienzan a crecer.
Según SFM, cerca de un millar de estas especies que han crecido junto a la línea Manacor-Artà, se podrán replantar. Los ajuntaments afectados decidirán dónde irán destinados y será Serveis Ferroviarios quien llevará a cabo todo el proceso. Después, los consistorios se encargarán de su mantenimiento. Para que el transplante sea posible se debe seguir un protocolo muy estricto.
Procedimiento
El primer paso a seguir es hacer una poda severa de los ejemplares, no dejando ninguna hoja con el fin de reducir al máximo la evapotranspiración y el consumo de energía hasta que se regenere parte de las raíces. Un día antes del trasplante se riega el árbol y se debe marcar la orientación en su ubicación original para después a la hora de tranplantarlos respetar al máximo esta orientación.
Con un camión-grúa se transporta hacia el lugar de su destino y se planta en el agujero hecho previamente también con una serie de requisitos y tras todo un procedimiento. Todo está muy controlado y supervisado por los expertos.
Se realizan unos listados donde se deja constancia de la unidad, se le da un número al árbol, se anota el punto kilométrico donde se ha encontrado y el tipo: acebuche, encina o cualquier otro. Después los expertos dan el estado: si la raíz está bien, si tiene poca y si se puede o no trasplantar.
Uno de los municipios que ya ha elegido el destino para sus árboles y que incluso ya se han empezado las tareas de resiembra es Son Servera. Así, el alcalde, Antoni Servera, visitó estos días las tareas que llevan a cabo los operarios. En el municipio hay alrededor de 200 árboles y se ha elegido la zona de Son Floriana, Millorsol, calle Ametller y las urbanizaciones Iturbide, Anmetllers y California. De esta manera la imagen costera del término municipal de Son Servera mejorará visiblemente con estas nuevas zonas verdes.