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Con la que está cayendo hoy en día en el panorama político conviene mirarlo todo con lupa y guardar las apariencias. A veces ser hijo de un político puede ser perjudicial para encontrar trabajo.
Este es el caso de Desiré Nchuchuma Moreno, hija de la regidora de Educació (PSOE) del Ajuntament de Son Servera que ha denunciado que este parentesco le ha perjudicado a la hora de acceder a un trabajo de funcionaria.
Indignación
Esta joven serverina está muy indignada porque considera que «las cosas no se han hecho así como tocaba. El alcalde no se ha portado bien conmigo». Según explicó «me presenté a varias entrevistas de trabajo porque me habían llamado del paro. La plaza era mía y me hicieron renunciar a la misma. La primera ocasión fue el 30 de diciembre de 2009. Me llamaron del paro para que me presentara a una entrevista para estar de conserje en el PAC. Fui la única que se presentó y la plaza era mía pero el alcalde me hizo firmar la renuncia al trabajo porque temía que dijeran que me habían enchufado cuando las cosas se habían hecho bien. Con la presión acepté renunciar pero a cambio el alcalde el mismo día me firmó un papel en el que se comprometía a buscarme un trabajo». Nchuchuma mostró el papel firmado por Antoni Servera. «Promesa que no ha cumplido», añadía. Las cosas no acaban aquí, porque según seguía explicando: «Fui a otra entrevista para cubrir una plaza de informadora de Medio Ambiente. Debía decidir un tribunal y se disolvió». «No hay derecho que por ser hija de un político no tenga las mismas oportunidades que los otras y habiendo hecho las cosas cómo tocan me hayan hecho renunciar». Está estudiando emprender medidas legales contra esta situación. «No quiero que las cosas queden así».
Alcalde
Por su parte el alcalde, Antoni Servera, se mostró muy tranquilo y defendía su postura. «Si nos hemos equivocado sólo ha sido por querer hacer las cosas con transparencia. Es verdad que hay un papel firmado, que me comprometo a buscarle trabajo pero lo hice como particular y no como alcalde. Además le encontré un trabajo de camarera que ella renunció. Su madre tenía información de primera mano, sabía cuando saldrían las plazas». Añadía, «no es verdad que disolvimos un Tribunal. Se cambió un miembro y yo no estaba al corriente. Lo único que he defendido es que los tribunales los han de formar técnicos y no políticos».