Imagen del pleno de Pollença en el que la oposición interrogó al equipo de gobierno sobre la 'operación Voltor'. | Elena Ballestero

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«He gobernado con todos los partidos menos con Alternativa EU-Els Verds y con todos he mantenido conversaciones duras. Me puedo haber equivocado pero no se me ha imputado nada. Por dignidad seguiré trabajando por Pollença y si algún día hago algo mal daré el testigo». El alcalde de Pollença, Joan Cerdà, respondía así el jueves por la noche en pleno ante un auditorio de más de treinta personas que acudieron a escuchar las explicaciones que el equipo de gobierno municipal (UM-UNPI-PSOE) ofrecería a petición de la oposición sobre la posible vinculación del Ajuntament con la 'operación Voltor', tras hacerse público el contenido de las grabaciones judiciales en las que el imputado Antoni Oliver, aseguraba ser el regidor de Cultura en la sombra, tras la expulsión del PSM del equipo de gobierno municipal.


Protesta popular
A las puertas del Ajuntament, convocados por Rafel Morro (uno de los impulsores de la recogida de firmas contra la declaración de Bien de Interés Cultural) una cuarentena de personas se manifestaba para decir públicamente que «a los pollencins no nos agrada que la sala de plenos del Ajuntament, que representa al pueblo, sea un gallinero. Necesitamos soluciones, no un juicio paralelo a los juicios policiales», dijo Morro.
Arriba, en la sala de plenos habilitada en el casal de Can Llobera, a la espera de que concluyan las obras de rehabilitación en la Casa Consistorial, el alcalde, Joan Cerdà, volvía a negar que Antoni Oliver haya ejercido de regidor en la sombra. «Me ha asesorado en algunas cuestiones como el Festival, igual que Biel Cerdà ayudó a Tomeu Cifre (PSM), nada más, tal vez me equivoque cuando lo envié a una reunión del Festival», dijo.
Las acusaciones más duras partieron precisamente del ex regidor de Cultura, Bartomeu Cifre (PSM), que pidió en varias ocasiones la dimisión del alcalde y sacó a la luz un nuevo extracto de las grabaciones telefónicas: «Mira si Oliver hace de regidor, que incluso sabe quién será la nueva directora del museo cuando aún no ha acabado el contrato la anterior directora», dijo Cifre, que imitó la presunta conversación entre Oliver y la futura directora de esta manera: «Te pagaré de Inestur 18.000 euros y no tienes que venir , bueno, solo hace falta un par de días por semana, al menos hasta que cojas la plaza del museo en julio. Lo he hablado con Michel y con Joan». El alcalde negó nuevamente las acusaciones asegurando que la conversación estaba sacada de contexto y que se refería a una exposición que se quería hacer en el museo.
La teniente de alcalde y portavoz del PSOE, Francisca Ramon, apenas intervino en el debate, salvo para decir sobre las gestiones de Oliver en Cultura que «no sabíamos de sus actividades». No intervino tampoco para defenderse de las acusaciones de haber favorecido a su sobrino contratándole para realizar el estudio de movilidad del Moll procedimiento negociado, procedimiento que defendió en el pleno el regidor de Policía y Medi Ambient, Juan José Mir.