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Explotar las playas del Port de Pollença costará este año 70.000 euros menos. El Ajuntament de Pollença ultima estos días el pliego de condiciones para convocar un nuevo concurso público que permita dotar de hamacas y sombrillas las playas del Moll, desiertas tras la renuncia del actual concesionario que no es otro que la asociación de vecinos del Moll, en la que ha hecho mella la crisis económica.
Los vecinos, que han explotado históricamente las playas del Port de Pollença arrastran una deuda de 170.000 euros con el Ajuntament por el impago del canon de explotación de las playas correspondiente a la temporada pasada.
Los vecinos del Moll renuncian a seguir dando el servicio ante la falta de rentabilidad y difícilmente podrán beneficiarse de la rebaja y optar de nuevo a la explotación puesto que la ley les impide concursar sin estar al corriente de pago. Su contrato terminaba a finales de 2010.
Contrato
En un primer momento el Ajuntament de Pollença planeaba firmar un nuevo contrato con los vecinos del Moll para que estos gestionaran las playas con su personal y medios mientras se adjudicaba el nuevo concurso, siempre que la recaudación fuera íntegra para el Ajuntament. El sistema pretendía evitar precisamente que las playas comenzaran la temporada turística sin hamacas y sombrillas pero los servicios jurídicos del Ajuntament han advertido de que no se puede cerrar el acuerdo mientras los vecinos no estén al corriente de pago o bien presenten un aval suficiente para la administración.
El regidor de Hacienda y Medio Ambiente, Juan José Mir, informó esta semana de que el Ajuntament aprobará en el próximo pleno (el ordinario se celebrará el 29 de abril) el nuevo pliego de condiciones de las playas mientras la oposición reclama que sea la empresa municipal quien asuma la explotación.