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El pleno de Sóller del miércoles vivió momentos de tensión después de que el concejal de Entesa, Miquel Gual, en una discusión con el Partido Popular sobre un punto de trámite de la orden del día, insinuara que este grupo había llevado a cabo de su gestión económica anterior con dinero «robado».
Este hecho indignó a los 'populares', quienes después de un enfrentamiento verbal, exigieron a Gual una disculpa. Justo después, cuando Entesa presentó al pleno una moción en defensa de la normalización del catalán a todos los niveles, el PP la votó en contra argumentando, no su desacuerdo con el contenido de la moción, sino «con su procedencia». El portavoz, Carlos Simarro, aseguró entonces que su partido «votaría en contra cualquier propuesta que salga de este regidor», eludiendo de pronunciarse sobre el tema lingüístico.
Pero la máxima tensión llegó después del pleno, cuando ya no había público, pero sí diversos testigos. En ese momento, el concejal del PP Miquel Bestard y el portavoz de Entesa, Miquel Gual, estuvieron a punto de llegar a las manos, y fue el mismo alcalde, Josep Ll. Colom, quien tuvo que separarlos.
Según Gual y otros testigos, Bestard «lo amenazó de pegarle» y le «insultó» a raíz de la tensión acumulada por sus palabras anteriores. El punto que motivó la discusión hacía referencia a la prolongación del derecho de uso de la sede de Deixalles, de titularidad municipal, hasta los 60 años. El PP consideró que primero se debía agotar el termino actual y después volver a negociar el uso del inmueble, aunque ya había anunciado que no votaría en contra sino que se abstendría.
El plenario aprobó los demás temas del orden del día por unanimidad, excepto el mencionado punto referente al catalán.