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El primer sorteo de una vivienda que cuenta con garantías legales y con el visto bueno del Govern de les Illes no ha tenido ganador. La papeleta elegida en la rifa, que tuvo lugar ayer en la Casa de Cultura de Campanet, con el número 9.140, no fue comprada durante los seis meses que la promotora encargada del sorteo, Taylar Baleares, tuvo a la venta un total de 15.999 papeletas al precio de 23 euros cada una. Tal y como consta en las bases de la rifa, al no haber ganador, la vivienda volverá a manos de la promotora, que puede volver a rifarla o ponerla de nuevo en el mercado.

Las bajas ventas de las papeletas necesarias para el sorteo -desde Taylar Baleares aseguran haber vendido «menos de la mitad»- se perfila como una de las principales causas, junto con la suerte. Josep Lluís Garcia, gerente de la promotora, «no recomienda que se siga la moda de las rifas porque los mallorquines todavía no estamos preparados para lo que supone, hay mucho miedo a que los sorteos no sean legales».

Impedimento

Desde Taylar explican que la rifa se ha encontrado «con numerosos impedimentos», que han hecho que se incumplieran las expectativas previstas, entre ellas el hecho que «las boletos no se pudieran vender vía internet y a personas extranjeras» y visto el resultado «descartan» sortear, tal y como tenían previsto, otros viviendas de características similares».

Pese al resultado, el sorteo levantó mucha expectación entre los vecinos de la zona y fueron muchos los curiosos que se acercaron hasta el municipio para seguir en directo la elección de la papeleta ganadora. La rifa se realizó bajo la atenta mirada del notario Sebastià Antich y la encargada de elegir el número ganador fue una mujer que se encontraba entre el público asistente.

Al final y tras seis meses de espera, la vivienda de Campanet, que tiene 87 metros cuadrados y valorado en 223.000 euros, no tiene nuevo propietario.