Los pozos de Son Vila han permitido ganar un mayor caudal de agua, pero aun así no es suficiente.

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Los acuíferos de Pollença se encuentran en este momento bajo mínimos, por lo que en breve podría mermar la calidad del agua potable que como cada verano comenzará a ser salada.

El regidor de Medi Ambient de Pollença, Joan Comas (PP), se mostró ayer preocupado por el retraso que arrastra el proyecto de construcción de la desaladora de Alcúdia que suministrará agua a toda la zona norte y pidió que se aceleren los trámites para dar una solución definitiva a los problemas de abastecimiento de agua al municipio.

Actualmente la empresa municipal está suministrando 8.000 metros cúbicos de agua diarios a la red municipal que sirve agua potable a todos los núcleos urbanos del municipio a excepción de la urbanización de Llenaire y de la Cala San Vicenç que dependen de concesionarios privados. «Es el tope que tenemos para consumo. De momento, no ha habido restricciones; de hecho, este año hemos ganado en cuanto a la calidad y cantidad de suministro de agua al Port pero no es un triunfo, tenemos un caudal limitado y el consumo ha aumentado en 200 toneladas diarias en el último año», dijo Joan Comas.

Así las cosas, el regidor de Medi Ambient de Pollença está totalmente pendiente de los trámites de construcción de la planta desaladora de Alcúdia que prevé como «la solución definitiva a los problemas de agua de la zona norte». El problema es que la empresa adjudicataria del proyecto de construcción y explotación de la planta desaladora propone ahora una modificación del itinerario de las conducciones de agua que suministrarán el líquido a Pollença, suprimiendo de sus planes el depósito del Puiget de Síller, que serviría en un futuro para abastecer a los vecinos de Cala San Vicenç que también padecen las consecuencias del agua salada.

«En la última reunión nos han planteado toda una serie de modificaciones del proyecto para aprovechar el trazado de la nueva variante, entendemos que muchos de esos cambios pueden ser aceptados pero el tema del suministro a la Cala San Vicenç es irrenunciable», dijo Comas.