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A las once de la mañana resultaba difícil pasear por Sencelles y no encontrar alumnos de alguno de los catorce colegios de las hermanas de la caridad que ayer se desplazaron al municipio de la beata francinaina Cirer. En total 800 alumnos de quinto y sexto de ESO procedentes de todos los puntos de Mallorca: Palma, Porrerres, Sóller, Binissalem, Inca, Manacor, Artà ...y también los del Colegio Público de Sencelles Can Bril.

Desde hace casi un año Sor Margalida Moyà, la delegada de enseñanza de las congregaciones de las hermanas de la caridad, preparaba esta multitudinaria visita a Sencelles con motivo del 150 aniversario de la muerte de la beata Francinaina. «El tiempo no ha acompañado porque habíamos pensado pasar la tarde en Sarissal, la finca en la que la beata cogía higos, pero nada nos ha impedido celebrar todos juntos el aniversario», contó Margalida Moyà.

Tras visitar el convento y conocer así el lugar dónde vivió la beata los alumnos se dirigieron a la Parroquia de Sant Pere de Sencelles, que agotó su capacidad para acoger todos los niños.