Margarita Nájera, junto al secretario general socialista de Calvià, Francisco Cano. Foto: JAUME MOREY

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«Voy a llegar lejos en este proceso, todo lo lejos que me dejen mis fuerzas y la de mi propio partido», anunció la ex alcaldesa de Calvià Margarita Nájera al hacer pública su intención de «destapar un complot» en su contra por parte de empresarios y políticos del PP, autores de una «campaña de acoso y derribo» en su contra. En una rueda de prensa convocada en la sede del PSIB-PSOE para comentar el archivo por parte del juez de una de las causa en su contra (la finca de Santa Ponça), Nájera prometió llevar a cabo «una acción clara y decidida» para limpiar su nombre de cualquier mancha judicial.

«En todo este acoso ruín y mezquino a mi persona, obra de mentes retorcidas, que crearon una arquitectura judicial gigantesca con el único propósito de hundirme políticamente, hay un trasfondo de intereses urbanísticos que se pondrán de manifiesto muy pronto, apenas el alcalde de Calvià (Carlos Delgado) tome decisiones y firme decretos. Entonces se sabrá a quién beneficia y por qué», afirmó. Preguntada sobre si esta iniciativa política pasa también por que se presente a las elecciones locales de 2007, Nájera respondió: «Ya veremos», aunque después matizó: «En todo caso, nunca volveré a ser candidata en Calvià, que es una etapa de mi vida ya superada». Durante su comparecencia, Nájera se mostró convencida de que detrás de la «caza de brujas» a la que ha sido sometida no sólo hay una «estrategia», sino también «mucho dinero» para pagar abogados, procedente, insinuó, de empresarios interesados en obtener determinados beneficios.

A pesar de que estos «promotores» tienen «nombres y apellidos», Nájera se negó a adelantar sus pesquisas a este respecto y aseguró que hay muchas personas que la apoyan en su intento de descubrir «la verdad» y que reclaman que la «limpieza» y la «ética» se instalen en la gestión del actual Ajuntament. A una pregunta sobre qué opinaba de la decisión de la familia Nigorra de trasladar a Euskadi la titularidad de unos terrenos en Calvià, Nájera respondió: «No parece muy mallorquín irse al País Vasco para pagar menos impuestos».