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Los padres y madres de los alumnos de la escoleta de Peguera han manifestado su indignación «por la dejadez municipal ante el hecho de que el pasado 18 de enero y sin previo aviso nos encontramos con la desagradable sorpresa del cierre de la escoleta».

«Denunciamos la falta de comunicación por parte del Ajuntament, nos encontramos una simple nota colgada en la puerta de la escoleta indicando el cierre por su situación ruinosa», indican los padres.

Los 42 niños y niñas de edades comprendidas entre uno y tres años, han sido recolocados en otros centros, con sus correspondientes profesores, ubicados en Son Ferrer, Son Caliu y Palmanova. Esta solución inicial tomada por el Ajuntament ha provocado problemas de desplazamiento y al poderse crear problemas para la educación de los niños al separarlos de su entorno habitual.

Ayer estaba prevista una reunión entre padres y Ajuntament , pero fue anulada y se remitió a los afectados una circular donde se informaba que «ante las deficiencias estructurales se ha decidido la reubicación de los alumnos y se ha decidido renovar el contrato del edificio donde está ubicada la escoleta con el Obispado, que es el propietario, y se ha acordado renovar el edificio».

El viernes se ha convocado una asamblea de padres y martes para decidir que acciones se tomarán para que no continue esta situación, al considerar «que una restructuración del edificio lleva su tiempo y mientras tanto nuestros hijos están alejados de su entorno habitual».

Por su parte, José Manuel Ruiz, responsable del área de Educación y Servicios Generales, manifestó que «las críticas son injustas, ya que en menos de 48 horas todos los niños fueron reubicados en otros centros y hemos buscado otras soluciones, pero no tenemos permisos para ubicar una escoleta en cualquier local».