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CATERINA VENY/T. OBRADOR Las antiguas casas de veraneo de los señores de la finca pública de Aubarca, en Artà pasan a ser hoy el refugio de s'Arenalet, un enclave natural idílico del que podrán gozar todos los ciudadanos. Las dos pequeñas construcciones existentes acogerán a todas aquellas personas que quieran disfrutar del privilegiado medio natural y de la tranquilidad de una propiedad pública incluida en el futuro parque de Llevant.

El refugio, ubicado a pocos metros de la playa virgen, tiene una capacidad máxima de 18 plazas, que se pueden alojar en seis habitaciones de dos o cuatro camas. Los visitantes sólo podrán permanecer tres días y, de momento, no se dispone de agua potable ni de luz. «No obstante, la Conselleria de Medi Ambient está elaborando un estudio para instalar placas solares el próximo año. El objetivo es potenciar las energías renovables», explicó la consellera Margalida Rosselló, que ayer visitó el espacio protegido acompañada por el director general de Biodiversitat, José Manuel Gómez.

Respecto las declaraciones del alcalde de Son Servera, Eduard Servera (PSOE), que tildó el PORN de «reserva de indígenas», la consellera contestó que «si quieren la ampliación del parque, el Ajuntament tiene que elevar la propuesta a pleno, tal y como hizo Artà». Por otra parte, hasta el día 16, Aubarca acoge un campo de voluntariado organizado por la Associació d'Amics dels Parcs. Diez jóvenes de la Península recuperan y rehabilitan el medio natural.