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Los agentes de medio ambiente serán los encargados, a partir del año próximo, de vigilar el uso indiscriminado de veneno en Balears.
La consellera de Medi Ambient, Margalida Roselló, anunció ayer esta medida en el inicio de un congreso internacional que bajo el título «Uso ilegal del veneno en el medio rural» analiza el peligro de este método de control en Alcúdia. Roselló destacó que el tema del veneno es un tema que preocupa y que requiere una mayor implicación y vigilancia. A partir del año próximo, esta vigilancia correrá a cargo de los agentes de medio ambiente. En los últimos años han muerto en Baleares 11 ejemplares de buitre negro por causa del veneno, según explica la Fundación Para la Conservación del Buitre Negro, organizadora del evento.

El subdirector general de Medio Ambiente, Alberto Ruiz del Portal, que representa al Ministerio en estas jornadas, explicó que «desde el año 1994 hemos detectado un incremento de la mortalidad alarmante». Entre los años 1990 y 1999 se han detectado un total de 2.200 muertes derivadas del uso del veneno. El veneno afecta a todos los animales de la cadena trófica, desde ratones, perros, gatos o zorros hasta las más importantes rapaces, muchas de ellas en peligro de extinción.

El veneno se utiliza tradicionalmente en el campo para evitar las acciones de depredadores que disminuyen el nivel poblacional de especies que por alguna u otra razón convienen al hombre. Se recurre habitualmente al veneno para acabar con los gatos salvajes que acaban con liebres o conejos, pero se trata de una técnica no selectiva que se va extendiendo por toda la cadena alimenticia.