Así crecerá la red de carril bici de Palma en los próximos años

Resolver las desconexiones actuales en el mapa y mejorar la seguridad en el diseño de las calles, los retos para la ciudad

Mapa de la red actual de itinerarios ciclistas y propuestas | Foto: Ultima Hora

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Cada día se realizan en Palma un mínimo de 30.000 viajes en bici y vehículos de movilidad personal según el diagnóstico sobre la red ciclista elaborado por IDOM por encargo del Ayuntamiento El uso de la bicicleta ha crecido notoriamente en la ciudad, y desde hace unos años comparte espacio con el patinete eléctrico, que se ha popularizado enormemente y también utiliza el carril bici.

Ante este ecosistema dinámico y cambiante, hace unos meses Movilidad encargó una auditoría para detectar puntos negros y orientar nuevas actuaciones en la red de Palma. La pregunta es muy clara: ¿por dónde se debería continuar? Palma se sitúa dentro de la media española si se pone en relación el tamaño de la red ciclista con la población (0,25 kilómetros por cada 1.000 habitantes), pero según el estudio tiene por delante la tarea de crecer en 57,3 kilómetros en sus itinerarios ciclistas.

Hay que precisar que la mayor parte, 46,6 kilómetros, son carriles ya dibujados en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de 2022 pero aún no ejecutados. Esos carriles pendientes incluyen trazados que enlazarán con el aeropuerto, la prolongación desde Porto Pi por la Avinguda Joan Miró y un itinerario que se adentraría en el bosque de Bellver, además de numerosos enlaces por el interior de Palma para conectar mejor los barrios y evitar la pérdida de continuidad en los tramos existentes. El PMUS también hablaba ya de construir un carril bici segregado por 31 de Desembre. Para la consultora, es la alternativa adecuada a Blanquerna, identificada como un punto negro. A esto hay que sumar 3,2 kilómetros que dependen del Consell de Mallorca (Ma-30, entre el Coll d’en Rabassa y la Ma-15, y el itinerario de la Ma-3011 hasta Son Ferriol).

Una joven en bicicleta. Foto: A. SEPÚLVEDA

Por último, el diagnóstico propone a la ciudad crecer en 7,5 kilómetros adicionales. A destacar: como carriles bici en calzada, dos vías atravesando el interior del Polígono de Son Castelló por Gran Vía Asima y calle 16 de Julio; y un gran eje entre el Parc de Ses Estacions y la calle Pérez Galdós, entre otros. Como ciclocalles, se propone el Camí dels Reis en el tramo urbano de Génova; las calles Sant Ignasi y Sant Leandre, entre el paso superior de la Ma-20 y Reis Catòlics; y continuar la calle Bayarte hasta Espartero.

Si se aplicasen los cambios que ha propuesto la empresa, la red futura de Palma pasaría a contar con 167,3 kilómetros, y más de la mitad serían carriles bici en calzada, cuando ahora representan una cuarta parte.

Una bicicleta de BiciPalma. Foto:M. À. C.
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Mejoras

Pero hacia dónde crecerá la red no es lo único que preocupa a los ciclistas: importa, y mucho, el cómo. «En ciudades como Sevilla todo lo nuevo que se ha hecho tiene 2,4 metros de ancho. En Palma hay muchos tramos muy estrechos que las bicis prácticamente se dan con el manillar al cruzarse. O tramos con giros de 90 grados, o en los que las bicis tienen que dar rodeos», expone el presidente de Biciutat, Toni Cànaves.

Estas quejas hablan de un enfoque donde «los coches siempre han tenido todo el privilegio» y que ha generado un ambiente «inhóspito» para las bicis: «Alguien con hijos no se atreve a ir por la calzada poniendo en peligro la vida de los niños». A veces desemboca en «violencia vial» hacia los ciclistas: «Sería bueno que los policías que patrullan en bici fueran de paisano, y verían la problemática que hay».

Un repartidor en bici. Foto:M. À. C.

Biciutat también echa a faltar, tanto en la auditoría como el PMUS, que se tenga en cuenta a los entornos escolares. «Hay muchos centros educativos a los que no llega el carril bici, y las escuelas son lo que colapsa Palma cada mañana», comenta otro miembro de Biciutat, Martí Serra. La asociación también reclama examinar a fondo el estado de los carriles: «No se habla de todos los tramos que hay mal pintados, llenos de baches...» Por otro la propuesta en calle Espartero les parece «peligrosa»: «Los buses siempre van a toda velocidad».

Diseño y normativa

Otra de las recomendaciones del diagnóstico repasa el diseño y velocidades de las calles en general. Aunque en Palma se fijaron unos límites de velocidad genéricos (de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación), cuando se construyeron muchas de estas vías no se pensaba en esos límites. Por ello la empresa anima a rediseñar las calles limitadas a 30 km/h para «permitir una convivencia segura» con la bici.

Toni Cànaves, Sebastià Salom y Joan Mas, de Biciutat. Foto: A. SEPÚLVEDA

Otro factor en Palma es el totum revolutum normativo, disperso hasta en tres ordenanzas (circulación, movilidad ciclista y convivencia cívica): «La situación actual no facilita el entendimiento de la norma por parte de los usuarios», reconoce la auditoría.

El futuro de BiciPalma

El diagnóstico de la consultora también constata una «escasa cobertura» del servicio de BiciPalma a día de hoy. En desarrollos futuros, el mayor esfuerzo se concentraría en el polígono de Son Castelló con ocho estaciones. El estudio prevé también crecimiento en el Coll d’en Rabassa, Son Dureta y Son Rapinya. Esas estaciones se suman a otras ya anunciadas por Mobilitat: las nueve de la UIB (las seis del campus ya han sido inauguradas y otras tres están en el trayecto hacia la universidad) y 18 en el Passeig Marítim y la Platja de Palma. En el Debate del Estado de la Ciudad, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, también anticipó que el servicio de bicicleta pública crecerá por Sa Indioteria, Polígono Son Fuster, el Hospital Sant Joan de Déu y La Vileta.