Més recurre a la Oficina Antiokupación para pedir el desalojo de Marivent y la casa de Emili Darder

Los regidores buscan evidenciar el «sesgo ideológico» de la Oficina y reivindicar la cesión de estos espacios

Miquel Àngel Contreras, Neus Truyol y Kika Coll ante la Oficina de Vivienda y Antiokupación | Foto: B.P.

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Més per Palma ha denunciado formalmente este miércoles ante la Oficina de Vivienda y Antiokupación dos casos de edificios históricos que, aseguran, tendrían 'okupas': el Palacio de Marivent y la casa del alcalde Emili Darder. Un gesto con una doble intención política: por un lado, evidenciar el «sesgo ideológico» de una Oficina que este partido siempre ha repudiado; y por otro, reivindicar la cesión de estos espacios, en manos de la Casa Real y el Ministerio de Defensa, identificando de este modo a ambas instituciones como supuestos moradores ilegales.

La portavoz de Més, Neus Truyol, ha argumentado ante los medios que la Oficina «no tiene trabajo» porque «la okupación es una obsesión que tienen el PP y Vox y no responde a las necesidades reales de los vecinos de Palma». De hecho, en el último pleno Truyol afeó al PP que a las consultas sobre este tema la Oficina responde con un folleto genérico recomendando a los afectados que denuncien ante la Policía y contraten una alarma.

«Es una herramienta al servicio de la extrema derecha para criminalizar la pobreza y desviar la atención de lo que son los verdaderos problemas, los precios desorbitados de la vivienda y la falta de voluntad política», han protestado los ecosoberanistas.

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Por eso, Més ha querido «dar trabajo» a la Oficina con dos casos muy presentes en el argumentario político de la formación: la casa del alcalde republicano Emili Darder, que tiene Defensa, y el Palacio de Marivent, que utiliza la Casa Real. Para el primero de estos edificios, en la calle Antoni Planas i Franch, Més propone crear un centro dedicado a la memoria histórica. En cuanto a Marivent, en la avinguda Joan Miró, argumenta que la familia real hace un «uso privado y lujoso» del inmueble y que no cumple los requisitos para ser considerada vulnerable: «Pedimos que se dedique a un museo de arte, como quería la familia propietaria inicial», la del pintor Ioannes Sadirakis.

La denuncia era, en definitiva, una puesta en escena para volver a llamar la atención sobre la emergencia habitacional: «En Palma, la crisis de la vivienda no se llama ocupación, se llama especulación y subida de los precios. Cada vez más gente no puede acceder a una vivienda digna. Mientras tanto, el PP se niega a aplicar medidas efectivas, como limitar los precios de los alquileres, movilizar viviendas vacías o aumentar el parque público a un coste realista».

El portavoz adjunto del equipo de gobierno del PP en Cort, Llorenç Bauzá, ha evitado valorar el contenido de estas dos denuncias, limitándose a señalar que se les dará el trámite oportuno como a cualquier otra petición que llegue a la Oficina.