Llorenç Bauzá defiende el pacto con el trabajador despedido porque protege la «cordialidad» en Emaya y los recursos públicos

«Ayer mismo recibimos una vez más que nos han desestimado uno de los recursos judiciales. Llega un momento que desespera», ha expresado el regidor. Ese recurso era una última intentona de la empresa en una causa por revelación de secretos.

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Con el pacto procesal (ya homologado en el TSJIB) la empresa reconoce el despido como improcedente, abona una indemnización de 225.000 euros y ambas partes dan por extinguida la relación laboral, cerrando la puerta a una readmisión que dados los antecedentes hubiera tensado el clima laboral en Emaya.

Por ello, Bauzá ha insistido en que su deseo es «que haya cordialidad dentro de la empresa» y al mismo tiempo que «los trabajadores se sientan respaldados», aunque no ha anticipado si Emaya retirará la acusación contra este trabajador en la causa por el presunto acoso: «Tenemos que valorar todas las opciones sobre la mesa». La misma respuesta ha dado a la pregunta de si también se está negociando con el otro sindicalista de USTE despedido por hechos similares.

Bauzá ha reiterado que en etapas anteriores también se llegó a acuerdos similares y ha cuestionado la «perjudicial» deriva litigiosa que, a su entender, se había instalado en la empresa: «Se han intentado incoar causas por activa y por pasiva, un ir y venir de sentencias judiciales en las que Emaya ha salido perdiendo».