El debate más largo e improductivo del año

Cabe preguntarse si este formato es realmente útil a la ciudadanía

El alcalde, Jaime Martínez | Foto: Alejandro Sepúlveda

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Palma concluyó este martes el Debate del Estado de la Ciudad; posiblemente el más largo e improductivo del año. Los Debates de Política General tienen este inconveniente; el que gobierna suele llevar propuestas instándose a sí mismo a seguir haciendo todo requetebién y alguna que otra reivindicación dirigida a otra administración que no sea de su color político. La oposición insiste sobre todo en ideas que ya ha defendido y que sabe que no se aprobarán. Y horas y horas de riña por unas propuestas de resolución que ni siquiera despliegan efecto jurídico alguno. Ni hay consecuencias en caso de incumplimiento.

Es un resumen de lo que ha ocurrido estos días en el Ajuntament. Cabe preguntarse si este formato es realmente útil a la ciudadanía. Aunque si para algo ha servido el debate es para constatar el mal ambiente que desde principios de legislatura se respira en Cort.

La sesión de este martes empezó y terminó con una bronca; de hecho, arrancó una hora tarde. El alcalde, Jaime Martínez, apeló a su presidencia para incluir en el debate la mayoría de propuestas del PP, pese a que el sistema municipal las había considerado fuera de plazo. Ese golpe de autoridad indignó al PSOE, que lo acusó de extralimitarse: «Usted no puede hacer lo que le dé la gana», exclamó el portavoz del PSOE, Xisco Ducrós. «No tiene la palabra, sr. Ducrós», fue una de las expresiones que más repitió el alcalde en la jornada, cortando el micrófono al regidor.

Entonces Martínez preguntó a los grupos si querían un receso y aunque nadie lo pidió, lo ordenó igualmente. Con cierto rentintín retomó la sesión proclamando que lo hacía «con normalidad». El cierre fue aún más agitado. El alcalde utilizó su último turno de palabra para reprender a la izquierda, acusándoles de hacer oposición «destructiva». Martínez habló de su voluntad de transparencia olvidando quizá detalles como que la mayoría de peticiones de información de los grupos nunca llegan a responderse. El caso es que el gesto del ‘popular’ encolerizó a los interpelados y Més y Podem incluso abandonaron la sala. Los micros captaban algunas descalificaciones; así terminó el gran debate.