«Me ha gustado esto del alcalde-promotor»

El alcalde apenas se apartó de su guión en la intervención inicial, más institucional, pero en posteriores réplicas adoptó un estilo más socarrón, aunque también más desestructurado. Tanto, que en ocasiones se perdió rebuscando entre sus notas durante largos segundos o directamente anunció que iba a repetir ideas previas, para enfado de la izquierda. «Tengo todo el tiempo del mundo», llegó a fardar Martínez, a quien las reglas del debate no imponían limitación para sus intervenciones, en un momento en el que los concejales progresistas protestaban en voz alta.

Precisamente, un momento que no gustó nada a PSOE, Més y Podem fue cuando el alcalde les acusó de ejercer una oposición «destructiva» y les decía que les tiende la mano. Miquel Àngel Contreras, de Més, respondía con un gesto muy elocuente (dándose palmadas en la mejilla).

En la primera réplica de Martínez a la oposición fue llamativo el tiempo que destinó al PSOE. Neus Truyol (Més) hasta lo cronometró: «Se ha dedicado media hora a hablar de problemas internos de partidos de la izquierda, esto ya es de mala educación». Martínez le quitó hierro: «Han sido cinco minutos. Lo verá en el acta». Desde luego no fueron cinco minutos.

El último tramo de las réplicas se convirtió en un peloteo de partido de tenis con las culpas de los problemas de Palma. Hoy, en la segunda parte del debate, se votarán propuestas de resolución. Ojalá unos presenten propuestas bienintencionadas y otros sepan escucharlas (y aplicarlas si se aprueban). De otro modo, todas estas horas del Debate del Estado de la Ciudad no habrán sido más que un circo.