REPORTAJE

Las ruinas de un icono de la noche mallorquina: de 'Luna' y 'Pachá' al silencio total

Desde el cierre del local de ocio, un espacio propiedad de la Fundació Natzaret, su deterioro contrasta con la nueva imagen del reformado Paseo Marítimo de Palma

Imagen de la terraza de lo que fue el conocido local de ocio | Foto: F.F.

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Durante muchos años, varias generaciones de mallorquines -o no- pasaron por su terraza, su pista de baile o barra disfrutando de lo que fue un emblema, un icono de la noche en la Isla y a nivel internacional. Primero como 'Luna' y más tarde, y hasta su cierre en enero de 2018 bajo la inconfundible denominación de 'Pachá', al pie del Paseo Marítimo se encontraba uno de los locales de ocio más importantes y frecuentados de la Isla.

El final de esa etapa, y la falta de definición sobre el futuro de ese espacio, propiedad de la Fundació Natzaret -dependiente del Obispado de Mallorca, cuyo titular es el presidente del Patronato- le ha llevado a una decadencia que contrasta con los jardines que le rodean y la nueva imagen del remodelado Paseo Marítimo de Palma, en el que ocupa un lugar privilegiado, aunque ahora escondido entre la vegetación y condenado a un olvido que los nostálgicos se resisten a asumir.

Por el camino, proyectos e ideas como la puesta en marcha de un local de restauración -en un escenario único- que se destinaría a la formación y daría trabajo a los jóvenes a los que da cobijo Natzaret, dentro de un espacio privilegiado en una zona exclusiva de la capital mallorquina. Mientras tanto, la vegetación se ha adueñado del interior, de la amplia terraza, e incluso del acceso principal, cuyas escaleras muestran un estado preocupante.

En el interior, gratifis, botellas, latas, basura, escombros, hojas muertas, y un acceso fácil desde la calle, aunque varios carteles intentan persuadir a quien lo intente advirtiendo de videovigilancia en el interior del establecimiento, cerrado, sellado en su acceso, donde se observa su espacio original vacío, silencioso, meridianamente alejado del bullicio de las noches y madrugadas de fiesta.

La historia

En enero de 2018, la Gerencia de Urbanismo del Ajuntament de Palma aceptó la dejación y renuncia de la actividad de la discoteca, a la que se concedió licencia en 2002, y después de hacerse allí obras que no respetaron el BIC (Bien de Interés Cultural) que son los Jardines de Natzaret, adjuntos a ella, haciéndose modificaciones en espacios que no fueron aprobados por la licencia.

Desde ese punto y momento, lo que fue 'Pachá' durante años quedó en silencio. Entre medias, la obligación por parte de la concesionaria de la retirada, demolición, restitución y/o reconstrucción de las obras realizadas en el edificio, ubicado en el número 42 de la Avenida Gabriel Roca de Palma, después de haberse detectado hasta nueve actuaciones realizadas sin el permiso y se pidió la restitución del inmueble en el estado previo a la infracción. Con ello, se daba por zanjado y cerrado el expediente meses atrás, abriendo la puerta a estudiar nuevas opciones para dar viabilidad al futuro de ese espacio.

Desde ese momento, el abandono forman parte del paisaje de ese rincón del hoy nuevo Paseo Marítimo, en su día punto caliente de la noche y hoy zona de paso antes de acceder a Can Barbarà, otro escenario emblemático años atrás del ocio nocturno en Palma.