URBANISMO

Una promotora ofrece al Ajuntament 14.653 metros cuadrados de bosque en Cala Major

Cort paralizó la expropiación en Can Tàpera para estudiar la propuesta, que también plantea generar una nueva plaza pública en la calle Joan Miró

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Una empresa privada ofrece al Ayuntamiento de Palma la cesión de 14.653 metros cuadrados de bosque en Cala Major a cambio de una reordenación urbanística. Los cambios permitirían a la mercantil incluir más viviendas en unas promociones que quiere llevar a cabo en otros puntos del barrio.

La empresa es la propietaria de la finca en Can Tàpera donde Cort pretendía construir un aparcamiento público. El Ayuntamiento tenía en marcha la expropiación de sólo una porción del terreno, 3.600 metros cuadrados. Hace unas semanas paralizó el procedimiento. El motivo es que el propietario cambió en enero y la nueva titular presentó una alternativa a Cort. La propuesta afecta en total a cinco parcelas distintas en el entorno de Cala Major.

Un gran parque verde

Si el Ayuntamiento iba a expropiar sólo una esquina de la finca rústica, ahora la empresa propone ceder gratuitamente todo el terreno de la parcela catastral. Sugiere a la administración que allí se podría instalar un circuito peatonal así como zonas lúdico-recreativas. La propuesta la ha redactado un reconocido equipo de arquitectos e incluso incluye representaciones virtuales del posible resultado.

Además, la promotora mejora esta oferta poniendo también sobre la mesa un solar de 417 m2 en la calle Joan Miró que ahora contiene un edificio obsoleto. Argumenta que podría usarse para crear vivienda a precio asequible.

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A cambio, la promotora solicita alterar la ordenación y aprovechamientos de otras parcelas que tiene en la zona. En concreto, 5.560 m2 en Joan Miró, 701 m2 en el camí de Cala Major y 3.400 m2 en la calle Miquel Codolá. En esta última la mercantil plantea ubicar un aparcamiento de varios pisos (aprovechando el desnivel del terreno) con capacidad para 150 vehículos, de rotación y de explotación privada. En la superficie, desliza, se podría ubicar un nuevo equipamiento.

Mientras, para las otras dos parcelas, la empresa propone una ordenación de volumetrías que le abriría la puerta a construir 107 viviendas más de las previstas, lo que en su caso se traduciría en un mayor beneficio económico. Calcula que supondrá un incremento del número de habitantes de 267 personas.

Al mismo tiempo, en estas promociones se dejaría espacio abierto para una nueva plaza pública en la calle Joan Miró. Sería «el nexo de unión con el resto de espacios libres previstos y con el mar». «Este barrio a lo largo del tiempo se ha ido colmatando con la construcción de grandes edificios y establecimientos turísticos en sus plantas bajas. Con este espacio público se pretende esponjar la presión edificatoria en la zona y dotar al barrio de una zona lúdica para el uso del ciudadano, dada la histórica carencia generalizada de este tipo de espacios en Cala Major», reseñan los arquitectos.

Por otro lado, la nueva propietaria no acepta el justiprecio de la expropiación original. Calcula que, teniendo en cuenta la tipología de la zona y los precios del entorno, el valor del terreno que el Ajuntament quería quedarse sería de casi 3,3 millones de euros; muy lejos de los 655.492 euros que fijó Cort.