venta ambulante

Un inmenso mercadillo a los pies de la Catedral de Mallorca

El 'Top manta' se adueña de la zona de Dalt Murada, vía de entrada de miles de cruceristas durante los meses de verano

Imagen de las escaleras de la Seu desde Dalt Murada, convertidas en mercadillo | Foto: F.F.

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La Catedral de Mallorca, la Seu, es puerta de entrada para miles de cruceristas y turistas que visitan la capital mallorquina durante la práctica totalidad del año, pero de manera muy especial en estas fechas. Una imagen que se ha convertido en habitual en la zona, y en otros lugares emblemáticos del centro de Palma, como la Plaça Major, es la presencia de vendedores ambulantes.

Pero la imagen de un inmenso mercadillo a los pies de la Catedral, más allá de Dalt Murada, donde la ristra de puestos resulta interminable, se extiende a las escaleras que dan acceso a la Seu, donde cualquier peldaño es bueno para el 'Top manta' y los vendedores ambulantes, subsaharianos en su práctica totalidad.

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Si s'Hort del Rei está copado por ellos, las escaleras de la Seu se han convertido en otro de los lugares codiciados. Por allí suben y bajan los turistas, a quienes ofrecen desde gorras, sombreros, bolsos, abanicos para sofocar el calor, al igual que agua o refrescos fríos, sin dejar de lado otro tipo de souvenirs como imanes, camisetas... Incluso la opción de hacerse unas trenzas.

El paisaje en una zona de gran valor patrimonial, cultural e histórico de Palma, a la vera también del Palacio de La Almudaina, se ha visto asaltado por este mercado sin control que crecer a la vista de los ciudadanos y de los turistas, potenciales clientes de estos vendedores que se ganan la vida aprovechando la inercia del primer espacio que encuentran los cruceristas al descender del autobús en el Muelle Viejo.