EMERGENCIA HABITACIONAL

Vivir en un túnel: el último modelo de asentamiento a las afueras de Palma

Restos de ropa, comida o muebles delatan la presencia humana en un espacio camuflado y ubicado bajo una rotonda

Imagen del túnel, con los restos de la presencia humana esparcidos | Foto: F.F.

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La situación de emergencia habitacional que azota a Mallorca, y desde hace tiempo a otras islas del archipiélago balear, deja imágenes en las que el ingenio a la hora de levantar una infravivienda o asentamiento está por delante de lo que hasta ahora se podía imaginar o creer. Una de las más novedosas y llamativas muestra la presencia de una zona de residencia en un marco hasta ahora inexplorado o desconocido dentro del mapa del sinhogarismo en Mallorca.

A las afueras de la ciudad, bajo una rotonda por la que cada día transitan miles de vehículos, se ve camuflado por la maleza una boca de hormigón que da acceso a un oscuro túnel de unos cincuenta metros de largo por otros dos de ancho y en el que una persona adulta debe pasar agachada para no golpearse.

Al fondo, el ruido de los vehículos y la otra boca de ese espacio, en la que se observan lonas con las que quienes allí habitaron intentaron taparse y pasar inadvertidos, algo que resulta fácil por su ubicación y la velocidad a la que ruedan coches, motos, camiones y autocares. A lo largo del recorrido por ese túnel, la presencia de cableado resulta permanente.

Pero también, y ya desde el exterior, en un acceso escondido de la carretera próxima, la presencia de muebles rotos delata la presencia de personas residentes en ese improvisado asentamiento, en cuyo interior todavía quedan restos de cojines, almohadas, mantas y demás ropa que pertenecería a los moradores.

De la misma manera que envases de todo tipo de comida y bebida que consumieron y dejaron allí y quedarán para la posteridad por lo remoto y complejo del acceso a ese túnel que en algún momento sirvió de morada para personas sintecho que encontraron en ese lugar alejado de Palma, pero próximo a un núcleo de población, un lugar en el que cobijarse y malvivir en unas condiciones complejas.

La dificultad para acceder a ese punto es uno de sus grandes argumentos, aunque finalmente quienes allí vivieron decidieron cambiar de aires, dejando eso sí, rastro de su presencia, temporalmente difícil de calcular, pero que queda plasmada por esa huella en forma de diferentes objetos que dan testimonio de un nuevo asentamiento en un espacio o formato hasta el momento inédito en Mallorca.