ENTREVISTA A JAIME MARTÍNEZ

«Vamos a ser muy duros con el alquiler turístico ilegal, elimina oferta residencial en Palma»

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, cumpe dos años al frente del Consistorio

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El pasado miércoles hizo dos años que Jaime Martínez ganó las elecciones municipales y poco después, el 17 de junio de 2023, asumió la vara de mando. A punto de cumplir su segundo año de legislatura, Martínez encara ya la segunda mitad de su mandato con un buen número de proyectos que echan a andar. El Plan Global de Actuación en Platja de Palma, la reforma de la Plaça Major o afrontar una nueva temporada alta con récord de turistas y de precios inmobiliarios está marcando su agenda, donde la vivienda es un factor decisivo.

¿Qué balance hace de estos dos años de legislatura?
—Pasa muy rápido. Hace nada estábamos de elecciones. Han sido dos años muy intensos, en los que han pasado muchas cosas. Hemos podido comprobar la revitalización de un Ajuntament donde ya están pasando cosas, ya hay un proyecto de ciudad.

En estos dos años habrá comprobado como funciona la maquinaria del Consistorio. ¿Ha tenido que variar alguno de sus puntos de su programa electoral?
—En la administración los tiempos son diferentes respecto a la empresa privada. Le pondré un ejemplo: en junio de 2023 fui nombrado alcalde y estuve en Cort durante seis meses con unos presupuestos que no había aprobado yo. Seis meses donde difícilmente se pueden empezar a cristalizar las políticas de un programa de gobierno, que tiene que esperar un poco. Los nuevos presupuestos ya se corresponden con ese modelo de ciudad. Por ejemplo, en temas de seguridad. El día que yo decido que haya un policía más en la calle, no estará al día siguiente: tardará un año y algo. Todo depende de de la voluntad política para reducir los tiempos al máximo y en estos dos años hemos conseguido ciento y pico nuevos efectivos. A final de año esperamos tener 170 agentes más. Los tiempos son los que son pero intentamos ser proactivos. Nos encontramos un Ajuntament donde hubo una dejadez absoluta, con un equipo de gobierno formado por tres partidos políticos con áreas que eran estancas.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez.

¿Cómo se puede gobernar una ciudad en continua expansión, con nuevos empadronados y miles de turistas? Ya somos la séptima ciudad en número de habitantes.
—En los últimos 20 años hemos pasado a tener una ciudad de 350.000 habitantes a casi 500.000. Ha sido una explosión demográfica tremenda que además en las últimas legislaturas la izquierda no ha sabido encarar. Eso de que se está expulsando a la gente de Palma es una demagogia. Estamos viviendo lo contrario. Cada año se empadronan entre 5.000 y 6.000 nuevos palmesanos. Cada año se incrementan las necesidades en los servicios públicos, ya sea limpieza, seguridad, transporte, vivienda... Tenemos que ser muy prácticos, muy claros en las políticas urgentes. Y aquí llegamos a la revisión de la financiación de las entidades locales. Sobre todo en las grandes capitales y además, en ciudades turísticas. Porque hemos hablado de demografía pero también está aquí el efecto del turismo. No podemos tener un Gobierno de España que nos hable de la España vaciada y se olvide de la España que se llena.

En esta Palma repleta, ¿cuántos turistas recibimos?
—Hay datos del número de cruceristas que llega por el puerto, que son unos 1,8 millones al año. Esta ciudad de casi 500.000 habitantes tiene únicamente 50.000 plazas turísticas en total. Tenemos datos de las llegadas de pasajeros al aeropuerto que llegan a Palma y hablamos de entre dos millones y medio y tres millones de turistas. Al final somos la capital de Balears. Hay 400.000 plazas turísticas en Mallorca y muchos vienen algún día a Palma. ¿Qué distorsiona el modelo turístico y demográfico de Palma? Ser la capital y la puerta de entrada de absolutamente todos los turistas que llegan a Mallorca, sea por mar o sea por aire. De ahí la necesidad de compensar esa falta de financiación: no podemos permitir que los palmesanos asuman la totalidad de la limpieza de la ciudad cuando vienen algún día todos los turistas de la Isla. Es verdad que la Ley de Capitalidad compensa parte de la situación, pero hay mucho recorrido, sobre todo a nivel estatal.

Plantea la eliminación de los albergues y erradicar el alquiler turístico ilegal, que se infiltra en los barrios.
—Tenemos un proyecto de gestión de datos que se presentará en breve, en el que se conocen las llegadas de cruceristas, el alquiler turístico legal y también el ilegal. Permite conocer esos movimientos demográficos. Para Palma es básico tener ese centro de control de datos con Inteligencia Digital y Big Data, ligado al Distrito de Innovación y al conocimiento turístico. En cuanto al alquiler turístico, estamos firmando un convenio con el Consell Insular para identificar esa oferta ilegal. Vamos a ser muy duro. Con todas las plataformas que hay se puede tener bastante identificada. Es un problema porque retira del mercado de vivienda alquiler de larga duración. En cuanto a los albergues, que autorizó la izquierda, están distorsionando nuestro modelo turísticoy demográfico. No tendrá efecto retroactivo pero intentaremos reconvertir las existentes en otro tipo de oferta, incluso residencial.

En Ponent está preocupados por los desarrollos de los urbanizables, y su posible masificación.
—Cualquier desarrollo de estos urbanizables están aprobados por parte de la izquierda en el Plan General de 2023. Aquellos que se desarrollen lógicamente tendrán que asegurar la suficiencia en todos estos aspectos, en movilidad, en equipamientos, en zonas verdes, en suficiencia hídrica, en suficiencia de depuración de aguas, etc. Si es necesaria una mejora de la movilidad o más equipamientos o más zonas verdes para compensar ese crecimiento, pues tendrán que hacerlo.

¿Cuándo podremos ver esas viviendas de los nuevos desarrollos?
—Según el decreto ley aprobado, los trámites se reducen a un año y medio. Si los propietarios de los solares son diligentes, a final de legislatura se podrían estar construyendo alguna vivienda. En la siguiente legislatura ya podríamos ver un importante desarrollo.

Todas estas viviendas que se pondrán en marcha, ¿aliviarán el drama de la vivienda en Palma?
—También tenemos puestas en marcha otras 2.000 viviendas que se van a desarrollar en toda la ciudad. ¿Será suficiente? Cada año se empadronan 6.000 personas más en Palma. Habrá todo tipo de vivienda: libre, de precio limitado y de protección pública.

Mientras tanto, se expanden las caravanas, el hacinamiento, los asentamientos de chabolas...
—Esa sobreocupación es resultado de ese incremento poblacional exponencial. El incremento de asentamientos y caravanas es producto de la izquierda.

Estos días hemos tenido el desfile de Louis Vuitton, que ha alquilado el Castell de Bellver. Ha habido quejas por su alquiler.
—Hemos tenido la suerte de que Louis Vuitton haya traído a más de 700 personas de alto poder adquisitivo con una proyección social importante. Creo que es bueno para Palma poner en valor nuestro patrimonio histórico y arquitectónico ligado a aquellos partners que sean positivos. Y en este caso lo es. Estamos absolutamente centrados en la candidatura de Palma como capital cultural europea del 2031.

Encaramos la segunda mitad de la legislatura, ¿hay proyectos que ya se pongan en marcha?
—Hay temas urgentes como asfaltar zonas como el Passeig Mallorca, Avingudes o diferentes barrios. Tambien hay renovación de parques y jardines, cosas que consideramos urgentes. Luego están los proyectos de ciudad. Las obras de la Plaça Major se podrán iniciar el año que viene, como el edificio de Gesa, el Tirador, Plaça del Mercat, Parc de la Mar, Can Serra... Pero también el casal de Génova, Es Pil·larí, Son Oliva, la escoleta de Son Dameto o Son Gibert, el IES de Son Ferriol, el Metropolitan...

En el último pleno las trabajadoras de las escoletas externalizadas volvieron a reivindicar mejoras salariales. Llevan un mes en huelga.
—Soy muy claro desde el minuto 1: estoy del lado de las trabajadoras de las escoletas. La voluntad del alcalde y del equipo es mejorar la situación sociolaboral de los trabajadores que forman parte de esta ayuntamiento y también de las trabajadoras externalizadas de las escoletas. Pero estoy también con la verdad, con la viabilidad de las cosas y con los tiempos. No se puede engañar a la gente y en estos momentos la izquierda exige algo ilegal. Si la voluntad que hago pública al final se contesta con una huelga, afecta tanto a las familias como a los niños de esas escoletas. No es una vía constructiva para mejorar la situación.

El día 15 habrá una nueva manifestación contra la saturación turística y la situación de la vivienda.
—Hemos encarado cada uno de los problemas generados por las políticas de izquierdas. Ahora tenemos la obligación de encarar estos problemas de modelo turístico y demográfico. Estamos implementando un modelo de ciudad y veremos los resultados. Estoy convencidísimo.