PROYECTO

Urbanisme propone una 'superficie lunar' en Son Banya para evitar que los narcos levanten casetas ilegales

La instalación de cráteres y agujeros de tres metros de profundidad en los solares anexos evitaría que los clanes de la droga siguieran actuando con impunidad urbanística

Vista aérea del poblado de Son Banya tras una de las recientes actuaciones de las fuerzas de seguridad y del Ajuntament de Palma para derribar las construcciones ilegales | Foto: R.D.

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Una superficie lunar. El Ajuntament de Palma está estudiando un proyecto para levantar grandes taludes en los dos solares vacíos de Son Banya y construir, en el interior, ‘cráteres’ de hasta tres metros de profundidad. El objetivo con esta suerte de 'superficie lunar' es evitar que los narcos construyan continuamente chabolas ilegales en el poblado, lo que obliga a los operarios municipales a intervenir prácticamente cada semana, con el coste que conlleva para las arcas de Cort.

De momento se trata de una propuesta de Urbanisme, que deberá ser aprobada por el alcalde, Jaime Martínez, pero las fuentes consultadas indicaron que es una posible solución a la conocida como ‘guerra de las casetas’. Todo comenzó hace unos meses, cuando Ultima Hora desveló que los ocho clanes que se reparten el poder habían construido una pista de 90 metros de largo, coronada con una rotonda y un barco, así como una serie de casetas iluminadas con luces Led y de neón.

Una de ellas, con un gran letrero luminoso de ‘Las Vegas’, se viralizó en las redes sociales y la respuesta de Cort fue contundente: «Se ha acabado la impunidad urbanística en Son Banya».
En efecto, al poco tiempo, un gran dispositivo formado por funcionarios de Urbanisme, maquinaria pesada y policías nacionales y locales arrasó todas aquellas obras sin licencia.

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Pero desde entonces, los traficantes han echado un pulso continuo al alcalde: «Son Banya es nuestro territorio y aquí mandamos nosotros». Y desde entonces, a cada acción municipal han respondido reconstruyendo las edificaciones ilegales, en un claro desafío al Consistorio.

Ahora, el proyecto de Urbanisme, en el caso de que sea aprobado, supondría que los dos solares donde instalan las chabolas para vender droga quedarían «inutilizados». En primero lugar por la montaña de escombros y tierra que se moverían para formar un perímetro. Y en segundo, por la ingente cantidad de agujeros que se abrirían en la tierra. Cada boquete tendría una profundidad de tres metros y una distancia de un metro y medio con el siguiente.

Los narcos podrían reaccionar derribando parte del gran talud con grúas, y también podrían rellenar los pozos artificiales con tierra del poblado, pero esos movimientos requieren cierta logística y sería entonces cuando podrían ser sorprendidos por las patrullas de la Policía Local.

El camino principal de acceso a Son Banya quedaría expedito, así que los coches con los clientes podrían adentrarse en la zona ‘vieja’ del poblado, donde están las casas. Pero ya no podrían vender en el exterior como ahora, que les permite no exponer a sus familiares y evitar las detenciones policiales. El proyecto podría ejecutarse en poco más de un día.