Barrios de Palma

Sindicat, otra barriada bajo la seria amenaza de la gentrificación

La población extranjera y un nuevo perfil de negocios ganan terreno en una zona que vive una radical transformación urbanística y demográfica

Imagen del acceso a la Porta de Sant Antoni, entrada a la zona de Sindicat | Foto: F.F.

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La calle Sindicat pasa por ser una de las grandes arterias comerciales y sociales del centro de Palma. Además de uno de sus grandes accesos peatonales desde Avingudes, conectadas con ella a través de la Porta de Sant Antoni, una de las zonas de referencia dentro del mapa de transportes de la EMT, que junto a la línea del centro, permite ofrecer buenas comunicaciones al barrio al que da nombre esa emblemática calle que lo toma a su vez del Sindicat de Fora, ubicado allí.

Fue una de las calles pioneras en la peatonalización comercial y ese tejido fue su base, aunque con el paso de los años ha perdido fuerza, dando paso a nuevos perfiles de negocios que en otros espacios del barrio se amoldan a las características de los residentes de nuevo cuño que se instalan en ese rincón de Palma, llamando la atención algunas inmobiliarias.

Mesas en la Plaça d'en Coll. Foto: F.F.

Porque la gentrificación se ha convertido en otro de los lastres de Sindicat, al igual que para otros barrios del centro de Palma. Esos nuevos vecinos, mayoritariamente extranjeros, se han hecho fuertes dentro del nuevo mapa demográfico y urbanístico de esas estrechas calles que reúnen una parte importante del patrimonio cultural y arquitectónico de Pal, ajunto a topónimos llamativos y singulares (Banc de s’Oli...).

Polideportivo y piscina municipal de s'Estel. Foto: F.F.

De hecho, Sindicat ha pasado por ser uno de los barrios más caros para adquirir una vivienda en España, siendo el aumento de esos precios un motivo para que los mallorquines tengan cada vez más difícil acceder a un techo en ese espacio del centro de Palma.

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Comercios

También define a la zona de Sindicat su tradición comercial. Muchos de los establecimientos emblemáticos se han visto obligados a bajar la persiana, aunque resisten algunos de ellos en sus calles paralelas, peleando con los que emergen en unas plazas (Raimundo Clar, Ferreria, Quartera, Mercadal, Plaça d’en Coll...) que se han convertido en punto de encuentro de residentes y familias locales -y extranjeras- gracias a las zonas infantiles y los bares, que se erigen en nexo de unión de los residentes isleños, que cada vez se ven más superados por los de otras nacionalidades.

Un tramo de la calle Sindicat. Foto: F.F.

La zona cuenta con servicio de recogida selectiva móvil por parte de Emaya, cuya presencia es constante, de la misma manera que la policial, sumándose a los efectivos de la Policía Local los de la Nacional. Solares sin edificar que se convierten en murales para acoger grafitis y diferentes pintadas son algunos de los escenarios que dejan ver muestras de incivismo que frustran a los vecinos de toda la vida.

Ambiente

Pero esa gran oferta de ocio que define a las calles y plazas que rodean a la calle Sindicat supone a su vez un motivo de queja para los residentes, que soportan los ruidos que generan sus clientes en las calles y plazas, esopecialmente en verano y durante la temporada alta, además de denunciar el notable espacio que ocupan las mismas, dificultando incluso la circulación en algunas ocasiones.

Panorámica de la Plaça del Banc de s'Oli. Foto: F.F.

La riqueza patrimonial, cultural e histórica de la zona se ve alimentada por la resistencia numantina de establecimientos comerciales y de ocio, especialmente en las calles y plazas paralelas a Sindicat. El Bar Flexas, la Mimbrería Vidal, La Veneciana, la Llibreria Quart Creixent, la Eléctrica Ibero Americana, Casa Julià o el estanco Ca’n Homar son algunas muestras de esa esencia que exhibe el carácter de la zona de Sindicat, donde otros se vieron obligados a ceder el paso, como la Casa Roca, abriendo el camino a establecimientos y construcciones de lujo y reformadas al uso de la nueva fisonomía de parte del casco antiguo de Palma.

La instalación deportiva municipal que acoge la piscina de s’Estel o el Centre Flassaders son otros enclaves de referencia para los vecinos, que contemplan la transformación de un espacio de gran peso dentro del mapa del centro de Palma.